Bilbao - Hace casi un año que el Tribunal Supremo declaró nulas las cláusulas suelo de miles de hipotecas, sin embargo, estas limitaciones de los tipos de interés siguen muy presentes en la vida de un tercio de las personas con hipoteca, en los tribunales -que tienen muchas demandas pendientes por este tema-, y en las ofertas hipotecarias de varias entidades financieras, que pese a la sentencia del Supremo siguen incluyendo las cláusulas en los nuevos contratos de préstamos.

Aunque resulte paradójico, la contundente sentencia de 9 de mayo de 2013 del Tribunal Supremo estableciendo la nulidad de las cláusulas suelo-techo de tres entidades y los fallos posteriores de numerosos juzgados de lo Mercantil referidos a otros bancos y cajas no han logrado acabar con la práctica de establecer tipos de interés mínimos y máximos en los préstamos a interés variable. Es la actualidad no solo hay entidades financieras que se resisten a retirar las cláusulas suelo de las hipotecas de miles de clientes, sino que también hay un pequeño grupo de bancos que todavía comercializa préstamos que incluyen estas cláusulas. Según la información facilitada por varios comparadores on line de productos financieros, Bankia, Caixabank, Banco Sabadell, Banco Popular y Mare Nostrum ofrecen actualmente hipotecas cuyas condiciones incluyen la fijación de suelo.

Debido a que la sentencia del Supremo declara que determinadas cláusulas suelo son nulas, pero no ilegales, hay entidades que se resisten a retirarlas de las hipotecas en vigor y de las nuevas, pero en éstas últimas y para evitar futuras demandas por falta de transparencia o información suficiente, recurren a la práctica de hacer que en el momento de firmar las escrituras ante el notario el titular de la hipoteca escriba de su puño y letra un párrafo reconociendo la existencia de esta cláusula. El origen de esta práctica está en la Ley 1/2013 de Protección al Deudor Hipotecario y con ella se trata de subsanar la falta de transparencia en la imposición de las cláusulas suelo que el Tribunal Supremo detectó en BBVA, Cajamar y Novagalicia Banco y que muchos jueces han apreciado también en las hipotecas de otras entidades.

Texto manuscrito Para evitar posibles reclamaciones y que los clientes que ven limitadas las bajadas de su hipoteca por culpa de las cláusulas suelo aleguen que no fueron informados de su presencia en el contrato o de las consecuencias que tienen, los bancos están obligando a los clientes a copiar una frase manuscrita para dejar patente que son plenamente conscientes de la existencia de límites a las variaciones en los tipos de interés y que entienden su funcionamiento.

Mario Martínez de Butrón, decano del Colegio Notarial del País Vasco, explica que la exigencia de incluir "una expresión manuscrita" en la escritura pública de los préstamos hipotecarios se fijó "en la Ley de Protección a los Deudores Hipotecarios y es algo que se inventó el Gobierno porque presupone que si un señor escribe de su puño y letra el texto correspondiente significa que lo entiende". Añade que este texto manuscrito se exige cuando en los contratos hipotecarios figuran cláusulas suelo, se conceden en divisas o llevan asociada la contratación de un instrumento de cobertura del riesgo de tipo de interés -los llamados swaps-. "En caso de que el préstamo contenga alguna de esas tres cláusulas la ley señala que el firmante debe hacer un texto manuscrito reconociéndolo", aclara Martínez de Butrón. Sobre la utilidad de la medida el decano del Colegio Notarial opina que ahora la gente está mucho más informada sobre las cláusulas suelo, "ya sabe las consecuencias que acarrean y el tener que escribirlo me parece que es bastante ridículo".

A falta de una posición unánime de la Justicia y de los reguladores financieros sobre la legalidad de imponer topes a la bajada de tipos, un juzgado de Madrid se ha declarado competente en una demanda de unos 15.000 afectados contra 101 entidades financieras que han establecido cláusulas suelo en sus hipotecas. La abogada bilbaína Ane Miren Magro señala que se trata de un procedimiento colectivo "muy parecido al que dio lugar a la sentencia de mayo de 2013" y apunta que hay una entidad vasca que figura como gran demandada. Tras indicar que a su bufete están llegando muchos clientes que estaban incluidos en la demanda pero que han optado por salirse para ejercer una acción individual, Ane Miren Magro destaca que el proceso está en una fase inicial y aún llevará tiempo.