MADRID. En la misma afirma que el tema suscita un debate "controvertido y poco pacífico" y afirma que la pretensión del Gobierno español de continuar con la explotación de la misma solo es explicable "desde una posición de capricho personal" y no desde la racionalidad económica y política.
La central, añade el PNV en su iniciativa, supera los 40 años, es de primera generación, "está anticuada y es obsoleta", y su escasa potencia (400Mw) hacen que sea "perfectamente prescindible".