donostia. "La Lomce nos tendrá enfrente en la defensa del modelo educativo vasco". El lehendakari, Iñigo Urkullu, respondía así ayer al ministro de Educación, José Ignacio Wert, que el miércoles ignoró por completo el planteamiento defendido por su Gobierno sobre la imposibilidad operativa de implantar la Lomce en Primaria y FP Básica en setiembre ante la imposibilidad de adaptar a tiempo la normativa vasca.

Acompañado de la consejera de Educación, Cristina Uriarte, en la visita al nuevo edificio del Instituto Peñaflorida (Donostia), Urkullu aseguró que no se dan las condiciones para aceptar la ley Wert ni "en el fondo", ni "en las formas", ni "en el contenido", ni "tampoco en el tiempo que se pretende imponer".

A tenor de las palabras del lehendakari, la negativa del Ministerio para flexibilizar la implantación de la Lomce en la Conferencia Sectorial celebrada en Madrid no trastoca la hoja de ruta que se ha fijado su Ejecutivo, mano a mano con la comunidad educativa, para renovar el Curriculum Vasco del Plan Heziberri 2020 que desembocará en la Ley Vasca de Educación. Este proyecto no evitará la aplicación de ley Wert dado su carácter orgánico pero sí amoldará su contenido a las necesidades de la escuela vasca. En este sentido, Urkullu dijo: "La Lomce nos tendrá enfrente en la defensa del modelo educativo vasco basado en ese consenso con la comunidad educativa que creo que es necesario [?] y se ha demostrado eficaz en estos 30 años".

Estas palabras, sin embargo, no revelan los próximos pasos del Gobierno Vasco después de que Wert haya obligado a Euskadi a aplicar en setiembre la Lomce en Primaria y FP Básica "sí o sí". Tras la sectorial en que se aceptó fraccionar el real decreto de la Lomce en dos para aplazar la aprobación de los currículos de ESO y Bachillerato, como pedían las comunidades del PP, Wert manifestó que "es posible cumplir" los plazos previstos. El "sí o sí" del ministro devuelve al Gobierno Vasco al mismo punto que antes de la reunión.

El Departamento de Educación comenzó en diciembre la planificación del curso que viene con normalidad. Y necesita "nueve meses" para adaptar toda la normativa vasca, por lo que no tendrá tiempo para hacerlo en condiciones si el Gobierno español aprueba los reales decretos de Primaria y FP Básica en mayo o abril.

La implantación de la FP Básica en Euskadi se presenta particularmente compleja. No en vano, transfigura por completo la estructura, los equipamientos, las funciones, incluso las titulaciones que se ofrecen en los Programas de Cualificación Profesional Inicial (PCPI), donde estudian unos 4.400 estudiantes vascos de más de 16 años para encauzar su situación de fracaso escolar (51%).

El abismo que separa un modelo y otro es importante. Para empezar, los PCPI vascos no dependen de la Administración sino de los ayuntamientos, mancomunidades y centros concertados. En ellos trabajan 400 profesores que no pertenecen al cuerpo de funcionarios de la CAV. Se adelantará a los 15 años (2º de ESO) la entrada en la FP Básica, que impide el acceso al graduado de Secundaria (en Euskadi lo logra el 30% de los estudiantes PCPI). Por contra, la nueva FP Básica abre la puerta de estos chavales al Grado Medio, sin una cualificación mínima, lo cual perjudicará la competitividad de Euskadi. Y se reducen a 14 los 26 títulos que se imparten ahora.

Según los cálculos avanzados en este periódico por el viceconsejero vasco de FP, Jorge Arévalo, la nueva normativa solo podrá estar lista mediado el curso que viene, en febrero de 2015. "Poner en marca el decreto de desarrollo curricular de cada uno de los títulos exige seis meses. Hay que redactar la normativa, pasarla por el Consejo Escolar de Euskadi y el Consejo Vasco de FP para su consulta, atender las recomendaciones y aprobar definitivamente los decretos", dijo. "Si no hemos hecho el desarrollo curricular de todos los títulos no ponemos en marcha los títulos. No es un capricho, es un imperativo legal".

Ayer se vivió otro capítulo más en la carrera del Ministerio por implantar cuanto antes su reforma. El Consejo Escolar del Estado aprobó el dictamen sobre los borradores de los reales decretos de la reforma anteriores a que el ministro de Educación decidiese fraccionar su versión definitiva. Es decir, el órgano consultivo del Gobierno ha hecho un dictamen sobre unos textos que han sufrido cambios el miércoles. El presidente de la federación de Enseñanza del sindicato CSIF, Adrián Vivas, criticó que el Consejo haya aprobado este dictamen a pesar de que los distintos sindicatos han presentado un total de 368 enmiendas, la mayoría de ellas contra. En sendos comunicados, tanto CSIF como UGT achacaron al Ministerio falta de "claridad" e "improvisación" en el desarrollo curricular de la reforma educativa.