MADRID. El trabajo, titulado '2.826.549 Razones', evidencia la inacción de los poderes públicos en España frente a la tendencia que se viene apuntando desde 2010, cuando la tasa de pobreza infantil creció tres puntos hasta el 29,8 por ciento. En 2011 subió hasta el 30,6, es decir, 2,5 millones de niños en riesgo. Un año después llega al 33,8%, afectando a más de 2,8 millones de menores.

La situación se complica en determinados colectivos, según ha explicado en rueda de prensa el director de Save The Children, Alberto Soteres: el 45,2% de los niños de familias monoparentales, el 57% de cuyos padres no tienen la ESO y el 49,2% de los hijos de extranjeros están en esta situación de riesgo de pobreza.

Entre ellos están Lucas, Eva, Javier, María, Ana, Andrea, Hugo, Lara, Carlos, Cristina, Miguel y Manolo, los niños con los que Save The Children ilustra cómo la situación de privación afecta al ejercicio de sus derechos fundamentales, recogidos en la Convención de Naciones Unidas sobre la Infancia y que las administraciones públicas españolas están obligadas a garantizar.

La ONG ha realizado una consulta entre trabajadores y beneficiarios de sus programas de atención a la infancia vulnerable, los mismos en los que estos niños reciben apoyo actualmente. Entre otros resultados, el sondeo revela que el 84% de las familias asistidas tienen carencias que las sitúan en una situación de privación infantil y que un 48% de los profesionales han notado que "un número importante" de los niños se sienten discriminados por ello.

Asimismo, en el 24% de estas familias los niños no comen frutas ni verduras a diario, el 42% no puede celebrar cumpleaños ni eventos especiales, el 21% dice que no tienen un lugar adecuado donde hacer los deberes ni juegos en casa y un 20% apunta que sus hijos no han estrenado ninguna de sus prendas de vestir ni tienen más de un par de zapatos. El 47% de los profesionales, además, ha visto como se incrementaban los que carecían de servicio de comedor en el colegio.