Bilbao. Cuatro de cada diez turistas [40%] que visitaron Euskadi durante el pasado año eran extranjeros; principalmente franceses y alemanes, atraídos sobremanera por la gastronomía y las escapadas urbanas. Un dato más que positivo -"histórico" calificaron desde el Gobierno vasco- teniendo en cuenta que antes representaban el 35% y que tanto las entradas como las pernoctaciones hoteleras experimentaron un descenso en la CAV debido en buena medida a la contención del turismo doméstico, especialmente el catalán (-10,5%) y el autóctono (-5,9%).
Este dispar comportamiento ha permitido, sin embargo, equilibrar y compensar la actividad económica ligada al sector, tal y como expresó ayer Itziar Epalza, viceconsejera de Turismo, quien precisó que las cifras exactas del impacto en el PIB [Cuenta Satélite de Turismo] no están aún disponibles, aunque si persiste la tendencia de ejercicios previos, estará por encima del 5%. Epalza sí que adelantó la media de gasto que efectúan tanto el visitante estatal como el extranjero. El primero de ellos, cada día consume servicios por valor de 83 euros; el segundo, por contra, casi 140 euros. Una circunstancia que lleva al Gobierno vasco ha consolidar su apuesta por internacionalizar Euskadi como destino turístico singular y, además, tratar de recuperar y mantener la cifra de viajeros procedentes del Estado "que todavía acusan la crisis", ilustró la viceconsejera.
En todo caso, las líneas maestras del nuevo Plan estratégico del turismo vasco 2020 serán avanzadas hoy por la consejera de Desarrollo Económico y Competitividad, Arantza Tapia, en la inauguración del espacio que Euskadi tendrá en Fitur, la cita por excelencia del sector turístico y un potente imán para conquistar nuevos turistas que desde hoy levanta el telón en Madrid. Con todo, Epalza confirmó que las entradas decrecieron un 2,1% el pasado año, cuando recalaron en la geografía vasca 869.270 turistas extranjeros, un 3,3% más que en 2012, mientras que se contabilizaron 1.498.810 turistas domésticos, un 5,1% menos.
En lo que a pernoctaciones se refiere, se contabilizaron 4.478.672 pernoctaciones, lo que supuso un descenso de 143.631 (-3,1%). Cifras y porcentajes totales [entradas y pernoctaciones] que, sin embargo, no han seguido el mismo patrón en todos los Territorios Históricos. De hecho, los descensos en ambos indicadores afectaron a Bizkaia y, especialmente, a Araba, donde las entradas de viajeros disminuyeron un 2,5% y un 10,1 %, respectivamente, mientras que en Gipuzkoa las entradas de viajeros aumentaron un 1,8%.
Las pernoctaciones también subieron en Gipuzkoa, un 2,8%, y bajaron en Bizkaia un 4,6% y en tierras alavesas, que fue de nuevo el territorio con el peor registro negativo, un -12,5% en concreto.
A juicio de la viceconsejera Epalza, este debilitamiento del turismo en ambos territorios se debería a la menor entrada de visitantes llegados desde comunidades del Estado, una tendencia que viene repitiéndose desde el segundo semestre de 2011. Y la mayor entrada de extranjeros es la que se ha dejado notar en las estadísticas relativas al territorio guipuzcoano.
l Importante descenso. La caída del turismo en Euskadi afectó igualmente a los agroturismos, establecimientos en los que se registraron 112.131 entradas de viajeros, un 9,5% menos que en 2012, y 292.937 pernoctaciones, un dato que refleja un descenso del 10,6%. El descenso, esta vez, fue generalizada: en Bizkaia (-18,8%), en Araba (-8,5%) y en Gipuzkoa (-4,5%).