LUGO. José Balsa Labrada, más conocido como Pepe, se ríe abiertamente de lo ocurrido: "Yo también fui joven y hacía mis gamberradas como todos. Hay que tomarlo como lo que fue, un chiste, una chiquillada. Y al final podemos verle el lado positivo. Ahora este pueblo de 60 casas es más conocido. Esto lo ha elevado a la fama, fama mundial".
Este hombre que fue alcalde pedáneo, como ha contado a EFE, ha desvelado que si la sociedad conociese la etimología del nombre que recibe el lugar que habita se harían menos guasas. ¿Por qué? Porque no tiene nada que ver con el órgano genital masculino, "pero si no se sabe, podemos seguir con la broma y continuar siendo una celebridad".
Una vecina que lo escucha y que prefiere no dar su nombre opina que "reír siempre está muy bien, y da igual que el motivo sea este chisme, el nombre de Villapene, ¡eso cuando se decía en castellano que ahora todos hablamos de Vilapene! Lo hemos hecho a la gallega".
Las carcajadas se repiten en un bar y un supermercado cercanos al punto en el que está instalado el letrero que protagonizó un enlace.
Algunos se enteraron de su ausencia al leer el periódico.
"Aquí no hay solo Villapene, también hay Villapena, bueno, Santiago de Vilapena, mejor dicho, en el municipio lucense de Trabada", apunta un joven, uno de los pocos que quedan en este pequeño núcleo.
En la red social Facebook existe un grupo cerrado de 22 personas administrado por Isabel Vázquez con el lema 'Yo también tengo una foto con el cartel de Villapene' y hay otro con más adscritos, 121, que lleva por gancho 'A mí también me gusta Parderrubias'.
No son casos únicos. Ejemplos como estos abundan a lo largo y ancho de la geografía y la socarronería suele darse por el significado en castellano y no por el verdadero origen de cada nombre.
Está Guarromán, en Jaén; Espolla, en Girona; Villanueva del Trabuco, en Málaga; Correpoco, en Cantabria; Los Infiernos y Alcantarilla, en Murcia; Peleas de Arriba y Peleas de Abajo en Zamora; Adiós, en la comunidad Foral de Navarra, o Buenas Noches en Málaga.
Con la vista en el exterior, Alemania tiene a De Repente y Kagar pero en esa lengua no significa nada similar a lo que estas palabras quieren decir en español.
En Rusia figura Vagina, y en este caso la palabra tiene la misma significación que en castellano.
En la enumeración, no pueden faltar Entrepiernas y Peor es nada, en Chile, y tampoco el mítico Salsipuedes en Córdoba (Argentina) y en Oviedo (Asturias), donde una calle recibe este nombre.
"Esto es algo curioso, para partirse de risa, que buena falta hace, caramba", concluye Pepe Balsa desde su querido Vilapene.