Bilbao. El modelo A (todo castellano) de la red pública no levanta cabeza y cada año se hace más evidente la brecha con el resto del sistema educativo. Cuatro de cada diez estudiantes no se saca el título de Secundaria a la primera y tienen los peores resultados en toda la etapa obligatoria. Además, el modelo A en su conjunto (tanto público como privado) concentra la mayor proporción de repetidores de Euskadi. Estas son algunas de las conclusiones más alarmantes del informe Sistema Vasco de Indicadores Educativos elaborado por el Instituto Vasco de Evaluación e Investigación (ISEI-IVEI), que adelantó ayer DNA.
Según dicho estudio, únicamente el 64% del alumnado del modelo A público logró el título el curso 2011-2012, lo cual contrasta con los elevados porcentajes de promoción de sus compañeros: por encima del 90%, excepto en el modelo B de la red pública (82%) y el A de la red concertada (88%).
La mayor distancia de aprobados entre quienes cursaron 4º de ESO en castellano se producen en la red pública hasta alcanzar los 30 puntos porcentuales con el modelo D en Matemáticas. En concreto, únicamente el 54% del alumnado de A público aprobó Matemáticas frente a un 84% de quienes cursaban sus estudios en euskera. El informe señala que en Lengua Castellana, Lengua Vasca y Matemáticas los porcentajes de aprobados más altos se dan en el modelo D (euskera), seguido de B (bilingüe), mientras que los más bajos son los del modelo A. Los estudiantes que tienen el castellano como lengua vehicular de la red concertada mejoran notablemente los resultados de sus compañeros de la pública. No obstante, son inferiores que los del alumnado del resto de la concertada, incluso en Lengua Castellana, que a priori se presenta como una fortaleza de un modelo en franca extinción (-4% respecto B y -5% respecto D). De 2001 a 2012 la matriculación aumentó en Primaria un 12%. Sin embargo, el informe señala que se aprecia "un claro descenso" en el modelo A tanto en la red pública (56%) como en la concertada (71%), frente al "claro aumento" de matrícula del modelo D (62%).
Estos resultados no hacen si no confirmar la urgente necesidad de reformular el modelo A -fundamentalmente el público- ya que camina varios pasos por detrás del resto de la escuela vasca, generando grandes bolsas de fracaso escolar y un desequilibrio evidente en la equidad del sistema.
El propio Consejo Escolar de Euskadi advirtió de este problema hace ya dos legislaturas. En todo este tiempo no se han aportado soluciones eficaces. Y el actual Departamento de Educación aún no ha presentado su propuesta para responder a la demanda mayoritaria de la comunidad educativa sobre la conveniencia de superar los modelos actuales. Según confirmó a DNA la consejera de Educación, su proyecto multilingüe no eliminará el sistema de modelos sino que introducirá ajustes en ellos. Se desconoce si además de la cuestión lingüística, Educación introducirá cambios para acabar con el abismo de resultados abierto en el modelo A público.
Medidas de equidad Al margen de no cumplir los objetivos lingüísticos, el Consejo Escolar denunciaba ya en 2007 que el sistema de modelos ha provocado "un efecto no deseado, la concentración en las aulas de modelo A de alumnado inmigrante y con otras necesidades motivadas por su origen social, económico y cultural". Según explicaba, en la red pública esta concentración "sucede con carácter general en las aulas de modelo A y, donde no hay oferta de modelo A, en las de modelo B". En la red privada, el modelo A es mucho más numeroso que en la pública: el doble en ESO y el triple en Educación Infantil, con lo que la proporción es creciente. De este modo, el máximo órgano de representación de la comunidad educativa vasca aclaraba que "hay una clara polarización en la composición de su alumnado".
El curso 2011-2012, la incidencia del alumnado inmigrante era del 7,6% en Educación Básica. La mayoría se concentraba en la red pública hasta constituir el 10% de la población estudiantil de esa red, frente al 6,7% en Kristau Eskola, el 2,7% en Partaide y el 4% en los centros diocesanos de Bizkaia. En consecuencia, el Consejo solicitó el año pasado que Educación "ponga los medios para compensar las diferencias en la extracción social del alumnado que compone unos centros y otros y que esto se traduzca en buenos resultados para todos".