pasaia. Trintxerpe fue una fiesta. Las lágrimas por el calvario de las 42 familias que el pasado martes se quedaron sin hogar debido al devastador incendio que afectó a dos inmuebles de Euskadi Etorbidea dieron paso ayer a sonrisas cómplices y lágrimas de alegría, después de que toda Pasaia se volcara una vez más con los afectados, como ha venido sucediendo a lo largo de toda la semana.
"Teníamos que estar aquí" fue la frase más repetida durante la mañana de ayer en el lavadero de Azkuene, que acogió a centenares de vecinos que se acercaron a aportar su granito de arena en el improvisado festival infantil organizado por Ibon de la Fuente y su mujer, Cristina Báez. Ambos estaban desbordados: "Ha sido enorme. Hemos conseguido más de 4.500 euros y no vamos a parar, porque esta gente se merece todo". La fiesta comenzó a las 10.30 horas, cuando más de medio centenar de motoristas se reunió en el hotel Lintzirin de Oiartzun, donde se encuentran realojados muchos de los damnificados, e iniciaron una caravana solidaria hasta el lavadero de Azkuene. "La iniciativa ha corrido como la pólvora con esto del Facebook y del Whatsapp. A mí me avisó un amigo y dije, ¿por qué no?", contaba Álex García.