baiona. Euskaltzaindia lanzó ayer un mensaje contundente a la sociedad vasca: "la Academia seguirá firme y sólida en el futuro". Los miembros de Euskaltzaindia se reunieron ayer en sesión plenaria en el Museo Vasco de Baiona, una asamblea que sirvió para calmar los ánimos dentro de la institución, tras la sorpresiva dimisión de la Comisión de Gramática, acontecida el 2 de diciembre. Sin embargo, casi dos horas y media de asamblea no bastaron para acercar posturas, aunque al menos se mitigó la polémica.

Tras el pleno, la Junta Directiva emitió un comunicado en el que se refirió a los últimos acontecimientos, advirtiendo que "estos desencuentros no favorecen ni al euskera ni a la cultura vasca", sugiriendo además que los desacuerdos deben resolverse a través del "diálogo interno", en clara alusión al artículo 67 que rige en la Academia (su noveno punto hace referencia a guardar silencio sobre los asuntos tratados en los plenos). De todos modos, la Junta Directiva ha adquirido el compromiso de "abrir un periodo de reflexión" en su seno, incluyendo a la comisión de Gramática, para facilitar "un mayor impulso de la cooperación, fijando, para ello, un calendario" que se elaborará en breve. El comunicado hace hincapié en que para la Academia "todas las comisiones tienen el mismo rango de valor y todos los académicos merecen idéntica consideración". "Entre todos hacemos (y haremos) Euskaltzaindia", añade la nota.

Por último, la Junta Directiva manifiesta su disconformidad con los modos exhibidos en las últimas fechas por algunos académicos. "Los desencuentros y rumores acontecidos en los últimos días no favorecen a Euskaltzaindia, al euskera ni a la cultura vasca, y el desacuerdo debe solucionarse por la vía del diálogo", constata el comunicado.

El pleno de Baiona discurrió en un ambiente "tenso", según indicaron algunos de los presentes. Era de esperar. La dimisión de 11 de los 13 miembros de la Comisión de Gramática causó cierta estupefacción en el mundo euskaltzale; lo hicieron por sentirse "desautorizados" después de que el pleno de la Academia rechazara varias propuestas de trabajo que habían planteado y aprobara otros planes. A esa cuestión se le sumó un día más tarde la dimisión de Ibon Sarasola, responsable del proyecto del diccionario unificado de Euskaltzaindia, que ayer ratificó ante sus compañeros que no renovará su contrato con la Academia. Sarasola argumentó en su momento que "el ambiente" que observaba en los últimos tiempos en Euskaltzaindia no era de su agrado, por lo que no se sentía "cómodo" en su labor.

Tras el pleno de ayer, miembros de la Junta Directiva recordaron que "Euskaltzaindia seguirá trabajando para la ciudadanía", buscando en todo momento "la participación de la sociedad vasca" en los proyectos que acomete.