sevilla. Doscientos vecinos de Alcalá de Guadaíra (Sevilla) se concentraron ayer ante el Ayuntamiento de esta localidad en demanda de más servicios sociales, después de que tres miembros de una familia en situación de pobreza hayan muerto supuestamente por una intoxicación alimentaria. La concentración vivió varios momentos de tensión, como cuando varias concejalas del equipo de Gobierno, del PSOE, entraron en la casa consistorial y fueron insultadas y abucheadas, o cuando la Policía Nacional trató de detener a un hombre que, finalmente, ante el creciente rechazo de los concentrados, fue dejado en libertad.
El informe preliminar de la autopsia de la familia certifica su muerte por parada cardio-respiratoria, aunque la causa última será determinada por los laboratorios de Toxicología a los que se han enviado las vísceras y otras muestras del padre, Enrique Caño, de 61 años, la esposa y madre Concepción Bautista, de 50, y su hija de 14 años.
Las primeras investigaciones apuntan a una toxiinfección alimentaria, ya que otra hija del matrimonio de 13 años, que permanece ingresada en el hospital Virgen del Rocío de Sevilla, no presentó ningún síntoma y fue el único miembro que el viernes no cenó lo mismo que el resto de su familia.
Esta chica cenó un bocadillo de jamón, sus padres y hermana comieron pescado -que de momento es el nexo de unión entre los tres fallecimientos- y otros alimentos.
Por su parte, Miguel Ángel López Rosa, portavoz de la familia negó ayer que recogieran alimentos de la basura y afirmó que la Policía tiene en su poder los recibos de los productos que compraron. En un comunicado leído ante los periodistas en el tanatorio en el que se encuentran los restos de los fallecidos, el matrimonio y una hija, López Rosa manifestó que no es cierto que la familia estuviera en la indigencia ni alimentándose de comida recogida de los contenedores de la basura.
El portavoz de la familia desveló que la Policía tiene ya en su poder los tiques de compra de "todos los productos, así como los productos en sí", con el objetivo de avanzar en la investigación de las posibles causas de los fallecimientos. Acompañado del alcalde de Alcalá de Guadaíra, Antonio Gutiérrez Limones (PSOE), López Rosa recordó que los fallecidos habían efectuado una compra de alimentos ante la llegada de la Navidad, y que el padre había prometido a sus hijas -una de ellas ha muerto y la otra está hospitalizada- sus regalos de Reyes.
Asimismo, indicó que todos los miembros de la familia tenían planeado realizar un viaje a Azuaga (Badajoz), la localidad de origen del padre, con el objetivo de visitar a unos familiares.