MADRID. Aunque los orígenes de este sorteo se remontan al 18 de diciembre de 1812, en realidad la denominación "Sorteo de Navidad" apareció por primera vez en 1892, una fecha desde la que se mantiene intacta la ilusión y parte de la liturgia y el misterio que rodea a este sorteo.

Doscientos años después, el sorteo continúa haciéndose por el sistema tradicional de incluir números y premios en un bombo que, durante unas tres horas, gira sin parar mientras el azar se encarga de repartir 2.240 millones de euros.

Pero no todo iba a ser tradición y así, este año, por primera vez en la historia, los premios superiores a 2.500 euros tendrán una tributación del veinte por ciento en el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF).

Es decir, que, a partir de 2.500 euros, Hacienda se quedará con un veinte por ciento del premio, un porcentaje que se devengará en el momento en que se abone ya que su retención será aplicada directamente por Loterías y Apuestas del Estado (LAE).

La retención del veinte por ciento se hará por la parte del premio que exceda de 2.500 euros, de manera que si el total es 10.000 euros, sólo se tributará por 7.500 euros, de los que Hacienda se queda la quinta parte (1.500 euros).

Para ilustrar el sorteo de este año se ha elegido una imagen que corresponde a un lienzo hecho al óleo por Federico Barocci en 1597, que se conserva en una de las paredes del Museo del Prado.

El Teatro Real de Madrid será, por segundo año consecutivo, el escenario que acogerá el sorteo que, durante dos años (2010 y 2011) tuvo lugar en el Palacio de Congresos de Madrid y que desde 1963 acogía el salón de sorteos en la calle Guzmán el Bueno, hasta que se quedó pequeño.

Así, a partir de las 08.30 de la mañana del próximo día 22, hora a la que se abrirán las puertas del Teatro Real, los más madrugadores podrán hacerse con una de las codiciadas butacas desde las que se podrá disfrutar de "la función" en directo.

Una función en la que el protagonismo lo asumen los niños de la residencia-internado de San Ildefonso de Madrid que volverán a poner voz a la ilusión, tras meses de ensayos, conscientes de que tienen las suerte en sus manos.

Así, desde octubre, cerca de una veintena de niños compaginan los estudios con los ensayos para que el día del sorteo nada falle.

A pesar del peso que la tradición y las costumbres tiene en el sorteo, las nuevas tecnologías juegan un papel muy importante y cada cada vez más los consumidores que compran sus décimos por Internet.

Además, los avances tecnológicos hacen posible que, apenas 45 minutos después de terminar el sorteo, se pueda enviar el fichero de números y premios a la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre, encargada de imprimir la lista oficial.

Dicha lista se edita y distribuye la misma tarde del día 22 a las Administraciones de Loterías y a los Medios de Comunicación.