Madrid. Diez meses después de anunciar que la localidad madrileña de Alcorcón era la elegida para albergar un macrocomplejo de ocio y juego, Las Vegas Sands dio ayer carpetazo al proyecto y deja así al Gobierno de la Comunidad de Madrid sin una de sus grandes apuestas de esta legislatura.
Una nueva decepción para los madrileños, que hace tres meses vieron cómo Madrid perdía la posibilidad de ser sede olímpica en 2020.
Finalmente, el adiós al proyecto de Eurovegas no se ha debido a que no se haya producido una modificación legal para permitir fumar, sino a que el Ejecutivo central ha rechazado las exigencias y condiciones que la empresa del magnate estadounidense Sheldon Adelson ha planteado y las ha calificado de inasumibles.
La vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, explicó que estas reclamaciones de índole fiscal y de blindaje de la inversión no tienen encaje jurídico ni en el derecho español ni en el comunitario. Por su parte, el presidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio González, también lamentó la pérdida del proyecto por esas exigencias "inadmisibles" de la empresa promotora y explicó que, hace dos semanas, esta planteó al Gobierno unos requisitos que no entraban dentro del derecho español ni del comunitario.
González precisó que, a última hora del jueves y a primera hora del viernes, el Gobierno le transmitió que, ante la negativa, la compañía había decidido no continuar.
Las Vegas Sands, según indicaron fuentes conocedoras de la negociación, reclamaba al Gobierno que se le devolviese la inversión en caso de una futura modificación normativa, así como una indemnización por los daños causados. Tras el no del Gobierno, la compañía estadounidense señaló a través de un comunicado que no ve "el camino" para "obtener los criterios necesarios para sacar adelante" el proyecto, por lo que anunció que planea impulsar su actividad en países asiáticos, como Japón y Corea.
Durante las últimas semanas, el Ejecutivo autonómico había pedido en varias ocasiones rapidez en las modificaciones que requería Eurovegas para "garantizar" una inversión que cuantificaba en más de 16.000 millones de euros, con la creación de 250.000 puestos de trabajo.
La expresidenta madrileña Esperanza Aguirre, una de las impulsoras de las negociaciones con Las Vegas Sands, lamentó que se haya escapado el proyecto de Eurovegas, pero reconoció que el Gobierno no podía aceptar las condiciones de última hora impuestas por la empresa promotora.
El secretario general del Partido Socialista de Madrid, Tomás Gómez, dijo que ya sabían "desde hace cinco meses" que el macroproyecto de ocio y juego no vendría a Madrid, por lo que calificó la situación de "paripé".
Según el coordinador general de IU Madrid, Eddy Sánchez, la decisión de Las Vegas Sands deja al Ejecutivo madrileño "sin proyectos" y en una situación de "declive definitivo".
En la misma línea, el portavoz de UPyD en la Asamblea de Madrid, Luis de Velasco, calificó de "fracaso estrepitoso" para el Gobierno autonómico la renuncia.
Tras reconocer que la renuncia a desarrollar Eurovegas es una "mala" noticia, el portavoz del PP en la Cámara regional, Iñigo Henríquez de Luna, manifestó que el Gobierno no podía dar "un cheque en blanco".
Para la Plataforma de asociaciones por el turismo, el ocio, la hostelería y la cultura de Madrid esta noticia es catastrófica en términos turísticos, mientras que el sindicato CCOO ha mostrado su alegría y UGT criticaron la confusión que ha rodeado la negociación que han llevado el Gobierno central y la Comunidad de Madrid.
"Planteamiento desmesurado" El conseller catalán de Economía, Andreu Mas-Colell, aseguró que no le sorprende, aunque tampoco le alegra, la decisión de Sheldon Adelson, tras recordar que la Generalitat estudió a fondo este proyecto, aunque hace más de un año que "dejó de creer" en Eurovegas y anunció su alternativa: Barcelona World. "Siempre nos pareció que el planteamiento de Eurovegas era un poco desmesurado y en fin, sólo puedo decir que este final, si es el final, no me sorprende", afirmó Mas-Colell.
La cancelación del proyecto de Eurovegas en Madrid no es el único caso de un complejo de juego, ocio y negocios cuya inversión multimillonaria y promesas de empleos se desvanecieron tras ser descartados. También aspiraba a convertirse en una versión española de Las Vegas el proyecto Gran Scala, que se iba a erigir en Los Monegros aragoneses, y El Reino de Don Quijote, en la manchega Ciudad Real.