"Kaixo Hodei, maitia, Pablo naiz. Zure desagerpenak biluztu gaitu. Bilatzen zaitugu eta ez zaude. En-tzuten badidazu, mesedez, deitu". Este desgarrador mensaje, pidiendo a Hodei que si escucha sus palabras se ponga en contacto con su familia, fue lo primero que pronunció públicamente ayer su aita, Pablo Egiluz. Sus primeras y únicas palabras desde que el joven de Galdakao desapareciera en el centro de Amberes en la madrugada del 18 al 19 de octubre. Un grito que contiene toda la desesperación de una familia y unos amigos, que 52 días después siguen con muchas preguntas y casi ninguna respuesta. Apoyados y arropados por la organización belga Child Focus, dedicada a la búsqueda de niños y jóvenes desaparecidos, familia y amigos comparecieron ayer para lanzar un nuevo llamamiento pidiendo la colaboración ciudadana de toda Amberes, toda Bélgica e incluso Holanda.

"Como según la investigación policial algo malo le ha ocurrido me temo que no escuchará estas palabras. Es por ello que quiero aprovechar este momento para decir que si alguien ha visto o escuchado algo se ponga en contacto con Child Focus y la policía ya que cualquier pequeño detalle puede ayudar a encontrar a Hodei", pidió con toda la entereza que un padre puede mantener en semejantes circunstancias. Fue durante una breve comparecencia ante una nutrida representación de medios de comunicación, especialmente flamencos, que tuvo lugar en el museo MAS, a escasos metros de donde fue visto por última vez el joven de 23 años, y delante precisamente de los muelles Willem y Bonaparte y la marina donde policía y protección civil le han buscado hasta en tres ocasiones en las últimas semanas.

esperar día a día Un mensaje que muestra lo conscientes que son de que algo malo le ha podido ocurrir pero que no les impide seguir manteniendo la esperanza. "La familia tenemos la esperanza de que Hodei esté vagando por las calles y pueblos de Bélgica y Holanda por lo que pedimos a las personas de ambos países que le busquen y que en caso de verlo le ayuden a volver a casa. Si recuerdan haberlo visto llamen a Child Focus y a la policía", insistió el aita de Hodei pidiendo la colaboración ciudadana y resumiendo lo que para ellos significa esperanza: "la esperanza no es más que esperar día a día".

Junto a Pablo Egiluz, representantes de la organización belga y amigos de Hodei como Katia de Miguel, una joven que también vive y trabaja en Amberes. Según anunció, familia y amigos seguirán difundiendo su caso a través de la cuenta de twiter (@HodeiMissing) creada tras la desaparición y como ya hicieran cuando se cumplió un mes de la desaparición, volverán a concentrarse frente al número 39 de la calle Brouwervliet el próximo 19 de diciembre, fecha en que se cumplirán dos meses desde que Hodei fuera visto por última vez.

Un tiempo largo, reconocen desde Child Focus, en el que han recibido numerosas llamadas, algunas de ellas con testimonios útiles, aunque siguen a la espera de la llamada que aclare exactamente qué es lo que ocurrió en la madrugada del 18 al 19 de octubre. "Esa todavía no ha llegado", admite el portavoz de la organización, Dirk Depover. "Esa última llamada que nos dé la dirección a seguir y excluya todas las demás posibilidades no se ha producido", lamenta. "Pero tiene que haber testigos", insistía ayer.

puntos estratégicos De ahí que a partir de hoy Child Focus relanzará la campaña de búsqueda a escala estatal con la distribución de otros 5.000 carteles -ya se han distribuido 3.500, esencialmente en Amberes aunque también se ven en Bruselas- con la fotografía de Hodei que se repartirán estratégicamente en los puntos de venta de la lotería nacional, desde estancos hasta estaciones de servicio o supermercados, por donde pasan diariamente 700.000 personas. "La policía está invirtiendo mucha energía en la búsqueda de niños desaparecidos y nosotros seguiremos buscando", garantiza Depover sobre un caso que sigue bajo secreto de sumario por orden del juez instructor.

Desde que desapareciera Hodei y hasta la fecha han sido detenidas cinco personas, entre ellas un joven acusado de estar en posesión de la tarjeta de crédito de Hodei, con la que habría intentando sacar dinero en varias ocasiones en un cajero automático cercano al museo MAS, y una mujer de 45 años por estar en posesión del teléfono móvil del joven vizcaíno. Según el diario local Gazet van Antwerpen, esta última persona ya habría sido puesta en libertad.