Barcelona. El satélite Gaia se lanzará el 19 de diciembre para intentar censar mil millones de estrellas, una colosal cantidad de astros que, sin embargo, solo supone un 1% del total de la Vía Láctea.
Se trata de una operación de la Agencia Espacial Europea (ESA), que mantendrá a Gaia en el espacio durante cinco años para intentar hacer un mapa tridimensional de la Vía Láctea a través de los datos que mande el satélite. La ESA intenta así cartografiar las propiedades, desplazamiento y posición de las estrellas observadas con un nivel de precisión nunca antes conseguido.
En concreto, y usando la jerga espacial, se trata de una misión de astrometría, la disciplina que mide y estudiar la posición de los astros.
Para llevar a cabo esa colosal misión, Gaia se situará a 1,5 millones de kilómetros de la Tierra, observará todo el cielo durante cinco años y repetirá cada observación setenta veces. La construcción del satélite ha tenido un coste total de 740 millones de euros, financiados por la ESA, en el cual no se incluye ni el procesamiento de datos ni la explotación científica posterior.
El lanzamiento del satélite, que pesa más de 2.000 kilos, está previsto para el próximo 19 de diciembre y se realizará desde la base espacial de Kourou (Guayana Francesa) con la ayuda de un cohete de fabricación rusa. Su predecesor fue Hipparcos, que se lanzó en 1989 y consiguió analizar 120.000 estrellas. El principal investigador del equipo de Gaia en Barcelona, catedrático de la Universidad de Barcelona (UB) y miembro del Instituto de Ciencias del Cosmos de la UB (ICCUB) y del Instituto de Estudios Espaciales de Cataluña (IEEC), Jordi Torra, explicó ayer a la prensa que Gaia permitirá "multiplicar por diez mil los conocimientos actuales sobre nuestra galaxia". "Se trata de un satélite que conseguirá medir las posiciones, distancias y movimientos de mil millones de estrellas y estudiará sus propiedades físicas como la edad y la composición química", subrayó Jordi Torra. La participación española en la totalidad del proyecto es del 11%, una cifra "muy superior a la presencia española en la ESA, que es del 8%", señaló Jordi Torra.
El equipo de la ICCUB/IEEC ha participado en la misión Gaia desde el principio y con un papel muy destacado. El equipo español ha colaborado activamente en el diseño científico y tecnológico del satélite y en la elaboración del sistema que permitirá procesar diariamente los datos proporcionados por Gaia, que deberán almacenarse en una base de datos desde donde extraer los primeros resultados de uso científico.
Jordi Torra, que se incorporó al proyecto Gaia en el 1998, explicó que Gaia generará diariamente 50 gigabytes de datos "que se enviaran a la Tierra para ser procesadas", lo que supone que al finalizar la misión se habrán recogido 100 terabytes de datos, "una importante cantidad de información que necesitará ser catalogada y analizada", puntualizó el catedrático.
Desde Barcelona El Centro de Procesamiento de Datos de Barcelona -que incluye el Centro de Servicios Científicos y Académicos de Cataluña (CESCA) y el Barcelona Supercomputing Center- se encargará de proporcionar recursos para ejecutar parte de las operaciones durante la misión y ha sido un aliado imprescindible en la simulación de la galaxia y las observaciones para todas las tareas preparatorias.
La industria española también ha tenido un papel destacado en el proyecto Gaia, como es el caso del grupo de ingeniería y tecnología SENER, que ha diseñado, fabricado y verificado el parasol desplegable del satélite, de 11 metros de diámetro, así como uno de los subsistemas de precisión más críticos de Gaia.
Por su parte, MIER Comunicaciones, empresa con sede en la Garriga (Barcelona), ha aportado al proyecto los equipos instalados en el satélite responsables de amplificar la potencia de la señal que contiene los datos recogidos por Gaia ates de ser enviados a la Tierra. Además, la firma tecnológica GMV, con sede en Barcelona, forma parte del grupo internacional de más de 300 científicos e ingenieros que preparan el procesamiento científico de los datos capturados por Gaia.