BARCELONA. En declaraciones a la prensa tras participar en la comisión de investigación del Parlamento catalán sobre las posibles responsabilidades derivadas de la actuación de las entidades financieras y la posible vulneración de los derechos de los consumidores, ha lamentado que se ofrezcan estos inmuebles a inversores como Goldman Sachs y Blackstone con rebajas de precio e incentivos fiscales, algo que "no se ha aplicado a las familias de esos inmuebles".

Colau ha alertado de que mientras siguen los riesgos de la burbuja inmobiliaria previa a la crisis "porque no han cambiado las reglas del juego" en las hipotecas, se crean nuevos problemas que favorecen una segunda burbuja como estas ventas de pisos cuya única salida actual es el alquiler porque las familias no tienen capacidad de compra.

Ha apuntado a la práctica de fondos de inversión de colocar en el mercado títulos referenciados a paquetes de inmuebles en alquiler --lo que podrían hacer con los activos que venda la Sareb o el Incasòl--, "nuevos productos tóxicos" por el riesgo de impagos.

Ha augurado que si más adelante los inquilinos no pueden pagar la cuota mensual --con la consiguiente pérdida de rentabilidad para los inversores--, los fondos internacionales no tendrán reparos en desahuciar a los morosos "sin piedad y sin miramientos", con indefensión de los afectados por la lejanía de los ejecutores.

Asimismo, Colau ha propuesto al Parlamento catalán que declare entidad fraudulenta a la Sareb o 'banco malo' porque se califica de entidad privada "pero se ha constituido con dinero público" y no es transparente, y ha pedido que sus inmuebles se destinen a dar respuesta a las necesidades sociales de vivienda.