ES voluntario, pero cuando una empresa sea cual sea su actividad, decide dar un paso al frente y apostar por conseguir un sello de gestión medio ambiental descubre un mundo nuevo más transparente y eficiente cuyas raíces se fortalecen día a día con la responsabilidad, el compromiso y el respeto, tanto a lo propio como a lo ajeno. Y, tratándose de industrias y organizaciones de servicios, a esos beneficios sociales intangibles habría que agregar sus efectos visibles en las cuentas de resultados debido, principalmente, a la reducción de costes derivados del ahorro de energía y recursos materiales, por no hablar del acceso a subvenciones y desgravaciones fiscales, o ventajas en la contratación pública.

Esas son algunas de las ventajas que consagra el variado repertorio de patentes ambientales [ISO 14001, Ekoscan y EMAS, el sistema comunitario de gestión y auditoría medio ambientales] europeas, pero también con label vasco. Precisamente dentro de unos días el Departamento de Medio Ambiente y Política Territorial entregará en Donostia esas certificaciones ambientales EMAS a cerca de sesenta empresas, organizaciones e instituciones, entre las que se cuentan los ayuntamiento de Zarautz, Bakio y Donostia, Euskaltel, la Acería Compacta de Bizkaia, Cementos Lemona, Metro Bilbao, Norbega, Talleres Arteche, Urolako Industrialdea, Precicast, Befesa, o la planta de Mercedes Benz en Gasteiz, por ejemplo, que ha logrado un alto nivel de implantación de sus sistemas de gestión ambiental y ha cumplido objetivos como la realización de un plan de emergencias ambientales, la sustitución de sustancias contaminantes en la fase de producción y la reducción del consumo de gas natural y energía eléctrica.

"Dentro de una gestión medioambiental, como EMAS, las organizaciones mejoran la eficiencia de sus recursos, reducen riesgos y dan ejemplo con la declaración pública de buenas prácticas" explicaba este respecto Josean Galera, viceconsejero de Medio Ambiente del Gobierno Vasco. "Las empresas consideran el registro en EMAS como una inversión ya que los costes de implementación del sistema quedan compensados con creces por los ahorros que genera".

No en vano, diversos estudios realizados en Europa entre las empresas que tienen implantado el EMAS indican como mayores beneficios del sistema el ahorro de energía y recursos, la reducción de incidentes negativos, la mejora de las relaciones con las partes interesadas, el aumento de las oportunidades de mercado, la mejora de la productividad por el mayor control operacional, los ahorros financieros, las mejoras en la contratación y la retención del personal.

Beneficios Galera insistía en que uno de los beneficios tangibles más evidentes en empresas y entidades públicas y privadas es el referido a la reducción de costes motivado por el ahorro de energía y recursos "que supone el trabajo más eficiente gracias al EMAS". Diversos trabajos de la Comisión Europea señalan, en este sentido, que las industrias y organizaciones que lo han implantado recuperan los costes mediante un aumento de los ingresos en un tiempo muy breve.

"La adhesión a EMAS -indicaba Galera- permite la mejora de las relaciones con las administraciones públicas, facilitando el acceso a subvenciones y, desgravaciones fiscales o ventajas en la contratación pública; minimiza la eventualidad de incumplir la normativa ambiental y el riesgo de sufrir sanciones económicas; reduce las primas de los seguros y las fianzas exigidas por la normativa ambiental; favorece la mejora de la imagen y el aumento de la confianza en las empresas y entidades en relación con sus clientes, socios, accionistas y consumidores; incrementa la sensibilización y la motivación de los trabajadores y abre nuevas perspectivas y oportunidades de negocio".

Y quizás haya que buscar en este vademécum de la ecoeficiencia, la responsabilidad y la sostenibilidad social, y la rentabilidad financiera la razón por la cual desde el año 2002 el registro de industrias y empresas de servicios adheridas al sistema de gestión ambiental EMAS ha pasado de media docena a las 60 organizaciones y 80 centros cuantificados en la actualidad. "El importante esfuerzo realizado hasta la fecha por la Administración vasca debe continuar permitiendo que, junto con el mantenimiento de las organizaciones ya registradas, se produzcan nuevas adhesiones que sitúen al País Vasco en los primeros puestos europeos en cuanto al número de registros EMAS", aseguraba por su parte, la consejera de Medio Ambiente y Política Territorial, Ana Oregi.

En esa misma línea se expresaba Galera al afirmar que Euskadi "va camino de convertirse en una de las regiones líderes reconocida por la Comisión Europea en implantación de sistemas de gestión ambiental en las organizaciones como es el caso del sistema EMAS como modo de gestión medio ambiental en las empresas vascas, en el convencimiento de que se trata de una herramienta de gran potencial que permite a las empresas optimizar sus procesos de producción, reducir sus impactos ambientales y mejorar la eficiencia en el uso de los recursos" subrayaba el viceconsejero.

Pymes industriales Así las cosas, desde el Gobierno Vasco se plantean como objetivo para esta legislatura incrementar el número de adhesiones al registro EMAS-Euskadi sobre todo en el terreno de las pymes industriales -empresas afectadas por la normativa sobre el control integrado de la contaminación y empresas con un impacto ambiental alto-, y aquellas otras pymes que ya cuenten con otros sistemas de gestión ambiental implantados, tales como ISO 14001 o Ekoscan. La consejera de Medio Ambiente y Política Territorial manifestó, en este sentido, que "es evidente que las industrias y organizaciones que implantan y mantienen el EMAS han de encontrar y recibir un retorno preferente por parte de la administración ambiental ya que se cuenta con garantías de que su apuesta y esfuerzo medioambiental es ejemplar".

Insistía la consejera en que, al mismo tiempo que es necesario dar apoyo técnico a las empresas que implantan el EMAS como sistema de gestión ambiental, también es preceptivo incluir mejoras en la regulación legal para las empresas que cuentan con ese sistema europeo de gestión y auditoría medio ambiental. El Reglamento sobre el que Europa ha construido ese sistema de gestión insta a las administraciones públicas a tomar en consideración el registro en EMAS a la hora de formular una nueva legislación.

En este sentido, explicaba la titular del Departamento de Medio Ambiente y Política Territorial, esa decisión "nos obliga a su utilización como herramienta en la aplicación y cumplimiento de la legislación. Europa demanda flexibilidad reglamentaria y mejoras en la legislación para que las cargas que pesan sobre las organizaciones que participan en EMAS se supriman, reduzcan o se simplifiquen". De hecho, indicó, el objetivo del Gobierno Vasco es conseguir que el registro en el EMAS reporte más ventajas a este organizaciones industriales.