PEKIN. Un bebé chino de mes y medio, que los médicos habían dado por fallecido, "resucitó" en pleno funeral, pocos minutos antes de que fuera incinerado, informaron hoy los medios chinos.

El niño, cuyo nombre no ha trascendido, había sido declarado muerto en el Hospital Provincial Infantil de Anhui, en la ciudad oriental china de Hefei, al no mostrar signos aparentes de respiración, ritmo cardiaco u otras funciones vitales, pero en su funeral rompió a llorar, sorprendiendo a los asistentes.

Médicos citados por la agencia oficial Xinhua ven en el incidente un raro caso de "muerte aparente", que podría haberse detectado sólo con equipos médicos más avanzados de los usados en una consulta normal.

El niño, nacido el 9 de octubre, ingresó el 28 del mismo mes con neumonía, lesiones cerebrales y problemas nasales que dificultaban su respiración, y el 12 de noviembre sus padres acordaron con el hospital interrumpir el tratamiento, dado que el niño no mostraba apenas signos vitales. El día 18 se declaró su muerte.

Tras "despertar" en el funeral, el pequeño ha sido hospitalizado nuevamente, y se encuentra en una unidad de cuidados intensivos, mientras expertos médicos de Pekín estudian el caso.