donostia. Defienden una custodia compartida para aquellos progenitores que se hayan responsabilizado del cuidado y de la educación del menor, pero su mensaje se ha "malinterpretado". Se sienten víctimas de una campaña de desprestigio por parte de Sortu y lamentan muchos silencios cómplices. "Tenemos el conocimiento y el convencimiento de que nos apoyan personas que ocupan ahora cargos públicos, lo que no sabemos es por qué están callados", denuncia el portavoz del colectivo Ezkerretik.
¿Se sienten ignorados por la linea oficial de la izquierda abertzale?
Más que ignorados, dolidos. El proceder de la izquierda abertzale se sigue basando en esquemas del pasado. Hemos iniciado una etapa nueva, pero en la práctica seguimos anclados en viejos esquemas. Cuando hablo de la izquierda abertzale me refiero a Sortu, porque otras formaciones se han mostrado más abiertas. Allí donde estaba ANV recibimos el apoyo a la Iniciativa Legislativa Popular de Kidetza. Lo que no sabemos es qué cambio se ha operado ahora con Sortu.
¿A qué se refiere cuando habla de viejos esquemas?
A que las decisiones se toman de arriba abajo y no al revés. Eso de la democracia participativa y horizontal no lo estamos viendo, en nuestro caso ni existe ni ha existido. Es decir, se ha organizado un especie de debate en diferentes municipios que para nosotros ha sido surrealista.
¿Por qué?
Porque no se entiende que organices un debate pero a su vez estés condicionando a la gente, haciendo una lectura negativa de lo que precisamente se va a debatir. ¿Qué sentido tiene hacerlo cuando tú ya te estás posicionando y condicionando con ello la opinión de quienes van a debatir? La dirección de la izquierda aber-tzale ha hecho una lectura muy negativa de la propuesta de proyecto de ley de corresponsabilidad parental que presenta Kidetza, la Federación Vasca de Padres y Madres Separados.
Explique qué ha ocurrido.
Se han organizado asambleas informativas y a la militancia que ha asistido a ellas, por cierto, de manera muy poco participativa, se les ha traslado varias ideas falsas. Se está diciendo que defendemos la custodia impuesta y sistemática, la desaparición de las pensiones alimenticias y la liquidación automática de bienes. También dicen que defendemos otorgar la custodia a cualquier condenado por violencia de género.
Y todo ello no es cierto?
Por supuesto que no. En base a esos argumentos es muy fácil ganarse a la gente. Es una lectura que hace la izquierda abertzale de la propuesta de Kidetza, pero que nada tiene que ver con lo que defendemos.
¿Y ustedes qué defienden?
Nos ajustamos a los criterios del Tribunal Supremo, es decir, que exista una vinculación afectiva anterior, que los padres y madres se hayan preocupado de los menores sin desatenderlos, cubriendo sus necesidades. Nosotros planteamos una custodia compartida que se escapa del esquema tradicional, es decir, que la custodia compartida sea el proceder habitual. Repito, siempre en beneficio del menor, nunca obligada ni automática. Defendemos que cada progenitor presente un plan de cooparentabilidad tras el divorcio o la separación para que desde un principio quede claro qué tiempo va a disfrutar el menor con cada progenitor y en qué vivienda va a residir.
¿Y la izquierda abertzale qué dice de todo ello?
La linea oficial está callada, y la que manda es Bilgune feminista. No sabemos la cota de poder que pueden tener dentro de la estructura jerárquica de la izquierda abertzale, pero nos estamos dando cuenta de que tienen hilos que llegan a manejar la decisión de la izquierda abertzale. No estamos hablando de EH Bildu, me refiero a la izquierda abertzale, y con ello a Sortu. Les hemos llamado un sinfín de ocasiones y nunca nos han puesto un interlocutor. Es más, la izquierda abertzale todavía no nos ha dicho a día de hoy, después de cinco reuniones, cuáles son los puntos en los que están en desacuerdo y cuáles son las propuestas. Me parece legítimo que estén en contra del planteamiento de ley que hacemos, pero que argumenten su postura. Además pueden mejorar la propuesta, que para eso se han hecho cinco reuniones. Lo que no es de recibo es convertir la mentira en tu argumento.
¿Con qué objetivo han creado el colectivo Ezkerretik?
Nos hicimos socios de Kidetza, pero esta federación es un abanico amplio de ideología. Así, nos fuimos juntando gente con una afinidad política clara, personas que militamos o proveníamos de la izquierda abertzale. Estos primeros compases se dieron cuando todavía existía el apartheid político, y ya posteriormente entramos al Parlamento en la legislatura de Patxi López. A partir de ahí, como miembros de Kidetza, nos dimos cuenta de que había que contar con la izquierda abertzale puesto que es la segunda fuerza parlamentaria. Empezamos a organizarnos. Por el momento somos medio centenar de personas, y nuestro contacto es ezkerretikzaintzapartekatua@gmail.com.
Insisto, ¿con qué objetivos?
Queremos hacer llegar que la izquierda abertzale no está sabiendo gestionar algunos modelos de política social. Pensamos que la izquierda abertzale en algunos aspectos se tiene que reinventar y dejar la reivindicaciones obsoletas y caducas de la década de los setenta. La sociedad ha evolucionado y lo que no entendemos es por qué siguen parapetados en esquemas de los años 70.
¿Hay muchos padres que lo están pasando mal?
Claro, conocemos muchos casos, pero se convierten en eco mediático de un día. La situación sigue siendo la misma cuando el caso desaparece de los medios. Cada día hay más gente afectada. Se ven obligados a salir de casa, y es complicado encontrar una vivienda digna para disfrutar del menor, tal y como establece la ley.
¿Hay quien lleva mucho tiempo sin ver a sus hijos?
Tenemos un socio que ha visto cómo su expareja se lleva al menor de siete años a Alemania, y tan solo le va a poder ver quince días en Navidades y un par de veces más durante el año. Lo normal suele ser verlos el fin de semana, 26 días con la madre y cuatro con el padre. Eso no es el tipo de relación más beneficiosa para el menor.