BIZKAIA. La investigación demuestra que la proteína SOX2 "propicia toda una rebelión frente al tratamiento endocrino contra el cáncer" al "insensibilizar a las células tumorales frente al tratamiento hormonal", explica CIC bioGUNE en un comunicado.
Recientemente publicado en la revista EMBO Molecular Medicine, el estudio ha sido realizado por este centro vasco de investigación con la participación del hospital de Galdakao (Bizkaia) y la clínica Preteimagen.
El cáncer de mama es el más común entre las mujeres y aunque tiene una elevada tasa de curación -en torno al 80 por ciento-, puede tener efectos muy graves.
La mayor parte de los casos de mortalidad por cáncer de mama están causados por las denominadas recidivas, es decir, la reaparición del tumor maligno tras un periodo más o menos largo de ausencia de la enfermedad.
En los casos más graves, cuando el tumor reaparece, éste presenta resistencia al tratamiento, tiene una mayor capacidad invasiva y es más agresivo que el tumor primario, por lo cual supone un serio problema clínico, añade la nota.
El estudio explica cómo algunos tumores reviven, a pesar de haber sido tratados e, incluso, "se vuelven más agresivos e invasivos", y concluye que la proteína SOX2 contribuye a mantener estas células madre cancerígenas.
Según la investigación, la proteína tiene "el doble efecto de hacer las células más resistentes ante el tratamiento y de facilitar la supervivencia de las células que originarán la recidiva".
"Esto convierte a la proteína SOX2, según los investigadores, en un potencial biomarcador de resistencia al tratamiento. Es decir, su concentración en un tumor podría alertar de la peligrosidad de éste", añade la nota.
Según María Vivanco, este hallazgo "podría constituir una estrategia novedosa para hacer frente al cáncer de mama resistente al tratamiento hormonal" a través de fármacos como el tamoxifen, el que se emplea en una amplia mayoría de los casos.
Vivanco está especializada en la investigación del cáncer de mama y ha participado en otros estudios, como el publicado en 2012 por la revista Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS) y en el que se explicaba cómo la proteína HOXB9 ayudaba a las células cancerosas a sobrevivir a la radioterapia.