manila. Los servicios de emergencia filipinos trabajaban ayer a destajo para confirmar el número de víctimas mortales tras el paso del tifón Haiyan por la región central del archipiélago, que afectó a más de 4 millones de personas. Sin embargo, la Cruz Roja de Filipinas ya calculaba que unas 1.200 personas murieron tras el paso ayer del tifón por el centro del archipiélago.
Poco a poco se va conociendo el número de víctimas y la destrucción que ha dejado tras de sí el tifón, bautizado como Haiyan por las autoridades locales, que azotó Filipinas con vientos sostenidos que llegaron a alcanzar los 250 kilómetros por hora y ráfagas de hasta 315.
El tifón arrasó la ciudad de Tacloban, en la costa este del país, donde la destrucción, según las autoridades del país, es "inimaginable".
incomunicada Después de que la localidad pasara varias horas incomunicada, ayer comenzaron a llegar imágenes de la destrucción de Tacloban: viviendas completamente destruidas, carreteras intransitables por el gran número de postes de luz y todo tipo de objetos arrastrados, y árboles totalmente desnudos.
"La devastación es total. Si has estado en Tacloban antes, ni podrías reconocer la ciudad ahora", dijo a la agencia de noticias filipinas PNA un alto cargo del Ejército, el teniente Jim Alagao. Tanto la ministra de Bienestar Social y Desarrollo, Dinky Soliman, como el director ejecutivo del Consejo de Gestión y Reducción de Desastres, Eduardo del Rosario, visitaron la ciudad, que además ha sufrido inundaciones por el ascenso del nivel del mar.
Respecto a otras zonas del país, según dijo ayer el ministro de Energía de Filipinas, Jericho Petilla, es "probable" que el tifón haya matado a cientos de personas en la provincia costera de Leyte, en la región central de Filipinas.
"Creo que (han muerto) cientos", declaró Petilla a la emisora local ABS-CBN, tras visitar la localidad de Palo.
La provincia de Cebú también sufrió serios daños, y tres de sus localidades continuaban ayer completamente aisladas, mientras que la Policía de Filipinas informó de que en la provincia de Capiz el 90% de los edificios y viviendas han resultado dañados por Haiyan, que atravesó el viernes el centro de Filipinas de este a oeste.
El Consejo para la Gestión y Reducción de Desastres del país estima que unos 4 millones de personas de 36 provincias de Filipinas se han visto afectadas por el devastador fenómeno, calificado por agencias meteorológicas como súper tifón, ya que sus vientos superaron los 240 kilómetros por hora.
Por su parte, el Ministerio de Bienestar Social y Desarrollo apuntó que más de 487.000 personas se encuentran en 2.467 centros de evacuación, y pidió ayuda a los voluntarios para empaquetar la ayuda humanitaria que será distribuida entre los afectados.
"Haiyan ha creado un daño masivo y casi ninguna casa ha quedado en pie" en las zonas más afectadas, declaró Balido.
Antes de la llegada de este último tifón a Filipinas, que supone el vigesimocuarto del año en la zona, los meteorólogos habían advertido de que podría tener un efecto devastador mayor que el tifón Bopha, que en 2012 dejó cerca de un millar de muertos.
Tras arrasar el centro y sur de Filipinas, Haiyan se encuentra en el Mar del Sur de China en dirección a Vietnam, donde las autoridades ya han iniciado la evacuación de unas 100.000 personas.
La agencia meteorológica de Filipinas, PAGASA, informó hoy de que se espera que antes de final de año pasen por el país otras cuatro intensas tormentas.
La Unión Europea expresó ayer sus condolencias por las víctimas, además de ofrecerse para el envío de ayuda humanitaria. Además, el Ministerio de Asuntos Exteriores y Cooperación de España también se unió a la oferta.