La esperanza de encontrar con vida a Hodei Egiluz, el joven de Galdakao desaparecido en la madrugada del 18 al 19 de octubre en Amberes, se desvanece. El juez que instruye el caso ordenó ayer oficialmente la puesta en marcha de un dispositivo de búsqueda del cuerpo del joven en el río Escalda en el que participan una embarcación equipada con sonar y una dotación de submarinistas. Pese a este despliegue, la primera jornada de rastreo, que se prolongó ayer por espacio de algo más de cinco horas, concluyó, según anunció la fiscalía, sin novedades. "El resultado de la búsqueda es negativo. La investigación y la búsqueda del joven desaparecido continuará", precisaron ayer tarde en un breve comunicado.

Aunque hacía días que la prensa local había apuntado a las instrucciones dadas a la policía marítima para rastrear el río, fue ayer cuando entorno a las 10 de la mañana arrancaba la operación en los muelles Willem y Bonaparte. Se trata de los más antiguos del puerto, una zona renovada y reconvertida en marina en la década de los noventa donde atracan pequeñas embarcaciones, situada muy cerca del museo MAS y el último lugar en el que habría sido visto el joven vizcaino de 23 años cuando se cumplen veinte días de su desaparición. En el operativo, según la fiscalía, participan miembros de la policía judicial federal, policía local, célula de personas desaparecidas, policía marítima y servicio de protección civil.

declaración de los detenidos La dramática decisión se produce tras las declaraciones realizadas ante el juez de instrucción por los cinco sospechosos, cuatro adultos y una menor de edad, detenidos en las últimas dos semanas en relación al caso y que siguen en prisión provisional por tener algún tipo de conexión con Hodei Egiluz. Los dos primeros en ser arrestados, y los únicos confirmados hasta ahora oficialmente por las autoridades belgas, fueron Mohamed Yasser, el joven de 25 años que de forma repetida intentó sacar dinero con la tarjeta de crédito del joven vasco e identificado gracias a las imágenes de los cajeros automáticos, y Carmen T, una mujer de 45 años que se habría presentado ante la policía tras saber que estaba siendo buscada y detenida posteriormente por estar en posesión del teléfono móvil de Hodei. Según alegó ante el juez que instruye el caso el pasado jueves compró el teléfono a un cliente del bar en el que trabaja por 60 euros.

Las declaraciones de ambos habrían llevado a la policía a la detención posteriormente de otros tres sospechosos, entre ellos la hija menor de edad, de 15 años, de la citada mujer, su novio, Youssef M., de 21 años, y una tercera persona, identificada como Mohamed de 21 años, a quien estos dos últimos habrían supuestamente apuntado como autor de un robo con arma blanca cometido sobre Hodei en los citados muelles. Lo que ocurrió después del atraco se desconoce. Si lo empujó al río o cayó en su huída.

Lo cierto es que la fiscalía lleva días peinando la zona de Brouwersvliet sin éxito y mantiene que seguirá haciéndolo de forma sistemática. Mientras tanto, la búsqueda del rastro de Hodei Egiluz en una vía navegable que registra fuertes corrientes y acoge también el segundo puerto más grande de Europa continuará hoy en los muelles de Amberes.