Un total de 700 mujeres han sido asesinadas en España en la última década por otros tantos hombres con los que mantenían o habían mantenido una relación sentimental. Es el resultado estadístico de una media de 70 homicidios cada año, desde que en 2003 se empezaran a contar los crímenes con vistas a la aprobación, un año más tarde, de la Ley de Medidas de Protección Integral contra la Violencia de Género.
Aunque la Delegación Especial del Gobierno para la lucha contra la Violencia de Género, creada con la citada ley, es el organismo que se encarga de la recopilación de los datos, son tradicionalmente las organizaciones de mujeres quienes han venido poniendo nombres y apellidos a una realidad que, según el Centro de Investigaciones Sociológicas, padecen más de 600.000 mujeres cada año en España, aunque menos de la cuarta parte se decidan a contarlo.
Este era el caso de Yaneth, arrojada desde un segundo piso por el que era su novio en la localidad malagueña de Fuengirola el 7 de enero de 2003. Fue la primera en una estadística poblada de historias de mujeres cuyo único rasgo en común es precisamente su condición femenina. Ella tenía 28 años, era extranjera. La mujer asesinada el pasado sábado en Villanueva de la Jara (Cuenca), la última en ingresar en la estadística, era española, rondaba los 40 y tenía dos hijos pequeños.
Aquel año 2003 se cerró con 71 mujeres muertas, de las que 62 eran españolas. La más joven tenía menos de 17 años y el grupo más amplio, 27 mujeres, eran treintañeras. No obstante, murieron quince mujeres que contaban entre 41 y 50 y otras siete que, como Encarnación, octogenaria asesinada por su marido a finales de enero, tenían más de 64. En más de la mitad de los casos seguían manteniendo una relación de pareja con el hombre que las maltrataba.
Todos los expertos coinciden en destacar que no hay un perfil único de víctima de violencia machista. En estas 700 mujeres hay inmigrantes sin red social de apoyo en España, mujeres rurales y mujeres (se estima que más de un 14%) con alguna discapacidad. Pero también hay tituladas superiores, candidatas de partidos políticos, estudiantes, empresarias atrapadas en el mismo círculo vicioso.
Según los datos del Observatorio de Violencia Doméstica y de Género adscrito al Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), en España se registran cada año unas 140.000 denuncias por delitos o faltas relacionadas con la violencia machista y el grueso de las sentencias en los juicios que se generan en consecuencia son condenatorias.
En 2003 la estadística oficial no desgranaba el porcentaje de mujeres asesinadas en crímenes de violencia de género que habían dado en algún momento la voz de alarma. El dato se incorporó en 2006, dejando ver que en menos de la cuarta parte de los casos había denuncias previas contra los agresores. Aquel año murieron 68 mujeres, de las que 22 habían pedido ayuda a las autoridades. De toda la serie de datos, el que registra la menor cifra de asesinatos es 2012, cuando hubo 52 homicidios de este tipo.
En lo que va de año se cuentan 42, aunque podrían ser 46, porque la Delegación del Gobierno investiga cuatro casos.
Desde hace unos meses, el recuento incluye además a los hijos menores de edad que los maltratadores dejaron huérfanos o que pasaron a engrosar el recuento de víctimas mortales, al menos 840.000 niños y niñas padecen en España la violencia machista y más de medio millón son maltratados directamente. Sólo en lo que va de año 37 se han quedado huérfanos por esta razón.