VALENCIA, María del Carmen Crespo, esposa de Huerta, ha dicho a Efe que es el momento de que intervenga "la embajada, el Ministerio o el presidente, porque son españoles y están ahí tirados".

"Pagamos impuestos y tenemos derechos. Algo tienen que hacer. No nos pueden abandonar", ha recalcado la mujer del camionero vasco afincado en la localidad valenciana de Alberic.

Los camioneros se desplazaron a Sierra Leona con un contrato de trabajo, aunque una vez allí no les abonaron el salario, les retiraron tanto los pasaportes como los seis camiones de su propiedad y los denunciaron cuando intentaron trabajar para otra empresa que operaba en el país.

Los transportistas sostienen que se vieron "abandonados" en la aduana de Freetown (Sierra Leona) después de que la empresa que los contrató se desentendiera de ellos tras los desacuerdos que tuvo con la empresa de Sierra Leona con la que pretendía asociarse.

María Carmen y Luis tienen tres hijos, dos gemelas de 25 años y un hijo de 23 años, y todos dependen de sus padres.

Los camioneros retenidos "lo están pasando mal" y "están deteriorados", pero su familia está viviendo esta situación con mucha ansiedad "y no tenemos dinero para comer", relata Crespo.

La mujer del camionero ha indicado además que "hace dos semanas salió una noticia por televisión y tuve que parar la imagen porque no le reconocía. Le vi demacrado".

Sobre este aspecto ha resaltado que todos han perdido mucho peso, "el que menos 20 kilos y el que más 35", y ha asegurado que su marido ha tenido tres veces malaria.

Según María Carmen "ellos están pagando el plato entre el empresario de aquí y el de allí" y sostiene que "les han parado los camiones porque los de allí se quieren quedar con los vehículos", ya que "allí un camión es lo más".