sydney. La entrada de fuertes vientos y la subida de temperaturas amenazaron ayer con unir los dos principales incendios desatados en el estado australiano de Nueva Gales del Sur. El territorio declaró el estado de emergencia para permitir evacuaciones forzosas, cortes de electricidad y gas y destruir edificios para luchar contra las llamas. Con 50 focos activos, de los cuales al menos diez avanzan sin control, los expertos advirtieron del peligro de que se unieran los fuegos, ya que podrían crear sus propias condiciones atmosféricas, incluyendo el riesgo de tornados. Se esperan fuertes vientos el miércoles, que también será el día más caluroso de la semana.