Vitoria. "Un abrazo muy sincero al barrio de Abetxuko". Con estas palabras, el alcalde de Vitoria, Javier Maroto, daba ayer el pésame en nombre del Consistorio a la familia de Paquita Sambartolomé, pero también a los amigos y convecinos de una mujer "implicada en la defensa del movimiento vecinal, que será distinto sin esta persona". El primer edil alabó la "capacidad de reivindicación" de Paquita y reconoció su "trabajo desinteresado, de muchas horas y mucho esfuerzo".

Esas características de la personalidad de Paquita destacaban, precisamente, viejos compañeros del movimiento vecinal como Guillermo Perea, de Zazpigarren Alaba, o César Caño, de Coronación. "Ha sido un gusto trabajar con ella, ha habido cuestiones que hemos hecho en común, como el tema del IBI", recuerda Perea, "una pelea muy bonita de varios años, tanto la asociación de Abetxuko como nosotros en Zazpigarren Alaba hicimos asambleas en común", explica el representante vecinal, quien destaca "el verbo tan punzante y respetuoso que tenía" Paquita, y su "poder de convicción".

Perea rememora que, "sobre todo en el tema social, era una auténtica campeona que ha sido muy importante durante mucho tiempo, prácticamente ha muerto sin dejar la asociación", explica su compañero.

Perea quiere aprovechar la llamada de DNA para enviar "una abrazo a la familia", y asegura que tratará de ponerse en contacto con su hija, que siempre la trasladaba de un lugar para otro en su incesante actividad reivindicativa. "Necesitamos más gente como ella en los barrios, ha sido un modelo y le tengo que agradecer las cosas que he aprendido de ella", concluye.

César Caño, por su parte, cree que la mejor forma de rendir tributo a Paquita Sambartolomé es dejar claro que "se va con los deberes hechos". César recuerda cómo "siempre que le hemos llamado en Interbarrios ha venido a pesar de sus problemas de movilidad. Ella, con su energía y su optimismo, animaba mucho a la gente a su alrededor, y eso es algo muy importante, porque esto del voluntariado es muy escaso".