gasteiz. Hacía semanas que el alcalde de Vitoria, Javier Maroto, no comparecía ante los medios por motivos de agenda y la de ayer era una ocasión, por tanto, muy esperada. Desde su última rueda de prensa han pasado muchas cosas; el PSE ha acusado al gobierno de Alfonso Alonso de adjudicar contratos a dedo para la red Gürtel, se ha sabido que la Fiscalía investiga las bonificaciones en las tasas del alquiler del Iradier Arena, se han cuestionado las nuevas tarifas de vados de la ciudad y ha arrancado la comisión de investigación del alquiler de las oficinas de la calle San Antonio a Gonzalo Antón, un foro desde el que ayer se convocó a una quincena de personas a declarar.
Con todo este material pendiente, era de esperar que el alcalde no se sometiera al escrutinio periodístico con las manos vacías, y así fue. Un Maroto de aspecto cansado -este mes le ha tocado viajar bastante- anunció que, tras un mes de negociaciones con Antón, ha conseguido que éste acceda a rebajar un 30% el elevado alquiler de San Antonio. El pacto contempla además que las cuotas sólo se incrementen lo que dicte el IPC cada año (en el pasado se han llegado a producir aumentos de nueve puntos por encima de la inflación), y que el blindaje por veinte años que estableció Alfonso Alonso pese a que el contrato inicial hablaba de diez se rija por unas condiciones menos leoninas.
Así pues, el alquiler pasará de los 24.500 euros que se pagan ahora a 17.155, a los que hay que sumar los casi 27.000 euros que cada mes se abonan por las obras de acondicionamiento realizadas por Antón, un pago que finalizará en agosto de 2014.
En cuanto al blindaje, hasta ahora, si el Ayuntamiento quería rescindir el contrato por veinte años, tenía que abonar todo el dinero que debería haber pagado hasta esa fecha. Ahora, será sólo la mitad. Si Gasteiz renuncia a los locales dos años antes de lo pactado, pagará el equivalente a un año, si lo hace cuatro años antes, pagará dos.
Maroto, quien pidió que quedara reflejado su agradecimiento a los técnicos que "se han dejado la piel" para asesorarle, admitió que en los contactos con el empresario "ha habido tensiones" y "sus más y sus menos", y se felicitó por haber logrado un acuerdo que "se podía haber tomado incluso con el anterior gobierno". Según el alcalde, fue en la tarde de ayer cuando recibió a Antón para ver si había "voluntad", tras haber argumentado ante el empresario que el mercado inmobiliario no es el de 2007 y que ahora es habitual que los inquilinos renegocien sus alquileres de la época del boom inmobiliario.
Si bien Maroto considera un éxito la rebaja pactada con Antón, la oposición coincidió en criticar el acuerdo por "insuficiente". Tras coincidir en que el alcalde protege más los intereses de Alfonso Alonso que los de la ciudad durante la comisión, PNV, PSE y EH Bildu comparecieron para valorar un acuerdo del que se enteraron a la vez que la prensa. Tanto Gorka Urtaran (PNV) como Marian Gutiérrez (PSE) y Kike Fernández de Pinedo (EH Bildu) hicieron hincapié en el hecho de que se mantenga el blindaje por veinte años. Urtaran añadió que el alcalde tildó de "ingenua" la propuesta de negociar que le lanzaron los jeltzales en agosto y ahora se apunta el éxito de la gestión, Gutiérrez afirmó que el precio pactado ahora sigue estando por encima de mercado, y Fernández de Pinedo aseguró que la mejora de las condiciones anunciada por Maroto es "el primer éxito de la comisión de investigación".