BILBAO. Itziar Otegui, miembro del comité de organización de Passion for Knowledge - Quantum 13, y responsable de comunicación
de CIC nanoGUNE, presenta los encuentros entre estudiantes y prestigiosos científicos que tienen el objetivo de fomentar las vocaciones científicas en Euskadi.
¿Qué vienen a aportar a su juicio este tipo de eventos?
Para el público general, los eventos como el festival Passion for Knowledge - Quantum 13 son una invitación a aprender cosas nuevas. A escuchar y tratar de comprender cómo funciona la ciencia y por dónde van las investigaciones más punteras del mundo. Además, permite a la gente acercarse a un campo que, en ocasiones, genera rechazo por el simple hecho de ser desconocido. En los festivales de ciencia abiertos al público como éste, somos conscientes de esto y tratamos de mantener un equilibrio entre la información asequible para el público y el rigor científico. La ciencia es parte de nuestra cultura, es algo que define a nuestra sociedad, y creo que es muy importante que perdamos el miedo a no entender y tratemos de conocer más de cerca la 'creación' científica, al menos hasta donde podamos.
¿Qué propone a la juventud?
Voy a destacar los encuentros entre científicos de prestigio y alumnos de 4º de ESO y Bachiller, que se llaman top@DIPC Zientziarekin Solasean!, porque he participado en su organización directamente y creo que son una actividad muy interesante para los centros educativos. El DIPC los organiza desde hace cinco años y siempre tienen muchísimo éxito y, sobre todo, reciben muy buena valoración de los estudiantes que participan. Es simple pero interesante: hay un grupo de investigadores de prestigio que, primero, hacen una breve presentación de su trabajo como científicos y, después, contestan a las preguntas que nos envían los estudiantes que participan en el encuentro. El objetivo es dar información de primera mano a los estudiantes, porque con esta actividad en concreto buscamos despertar nuevas vocaciones científicas y tecnológicas en Euskadi. Para ello, se opta por un formato que favorece la comunicación informal entre estudiantes e investigadores: los estudiantes pueden conocerles personalmente y reciben una imagen más real, y los investigadores pueden compartir su pasión para que los jóvenes se contagien del espíritu de aventura de la labor investigadora. Esperamos que esto haga de palanca para que algunos de ellos se lancen hacia una formación ligada a la investigación científica.
Sobre los encuentros de esta edición?
Este año habrá tres encuentros, el lunes en el Eureka! Zientzia Museoa de Donostia, el miércoles en el Artium de Vitoria-Gasteiz y el jueves en el Bizkaia Aretoa de Bilbao. Participarán siete investigadores en total, entre los que contamos con los premios Nobel Claude Cohen-Tannoudji, Aaron Ciechanover y Dudley Herschbach. Y, ya se han inscrito casi quinientos participantes que nos han enviado un gran número de preguntas. Hay muchas preguntas sobre cómo decidieron los invitados dedicarse a la ciencia, qué camino tomaron, qué pasos han tenido que dar o cómo es la vida de un investigador. Esto nos indica que entre los estudiantes hay interés por las carreras científicas. Aunque, en realidad, preguntan de todo, desde cuál es la primera pregunta científica que se plantearon, hasta si se puede ser científico y creyente, o si en el caso de llegar a poder trasplantar un cerebro esto cambiaría la personalidad de la persona que lo recibe. ¡Veremos lo que contestan nuestros prestigiosos científicos!
¿Cómo cree usted que se puede trasladar la pasión por la ciencia a la gente joven?
¡Esto saben hacerlo muy bien nuestros invitados! Les muestran que la ciencia como profesión, a pesar de exigir esfuerzo, es tremendamente interesante y apasionante. La ciencia no es sólo una asignatura algo complicada; puede ser toda una aventura. La verdad es que lo que vi la primera vez que asistí a uno de estos encuentros: me resultó sorprendente porque los jóvenes se hacen fotos y piden firmas a los invitados, como si fueran artistas de cine o deportistas famosos. Así que, quizá deberíamos preguntarnos qué podemos hacer para que los jóvenes no pierdan la pasión por la ciencia; porque muchos ya la tienen. Como dijo Herschbach, uno de nuestros invitados, "de niños, muchos de nosotros somos científicos, algo que se debe alentar, mostrando la ciencia como una aventura; pues la ciencia es misterio, exploración, algo de riesgo e incertidumbre". Fomentar esta pasión tan propiamente humana por desvelar lo desconocido es una de las claves para mantener el interés de los jóvenes por la ciencia.
¿Hacia dónde camina el futuro de la ciencia en Euskadi?
En lo que respecta a las vocaciones científicas la voluntad es clara. Los jóvenes son los científicos del futuro y la tendencia general, al menos en occidente, nos indica que hay una crisis de vocaciones científicas que se debe a muchos factores. Aunque la solución debe venir por distintas vías, la educación desde edades muy tempranas es fundamental. La cultura se considera transversal en todo el proceso educativo y, la cultura científica también debe estar presente. Es más, yo creo que debe ocupar un puesto de relevancia. En eso están volcados los educadores, especialmente los de áreas científicas, y también el Gobierno Vasco, los centros de investigación y, por supuesto, la UPV/EHU. Un ejemplo destacado son los Encuentros, pero hay más.