bilbao. El nuevo pulso político y jurídico que mantiene el Gobierno Vasco con el Gobierno de Madrid, a raíz del nuevo copago, tiene de momento un vencedor a los puntos. Jon Darpón asegura que Euskadi no aplicará el próximo 1 de octubre el copago por medicamentos dispensados en las farmacias de los hospitales a pacientes no ingresados. La medida implica a 43 medicamentos y afectaría a cerca de 4.000 enfermos vascos con cáncer, hepatitis crónica, artritis reumatoide, psoriasis o asma grave, entre otras dolencias.

El consejero de Salud, Jon Darpón, abundó en lo avanzado el martes por Josu Erkoreka y censuró que el copago "afecta de forma arbitraria y desigual a las personas; a unos enfermos sí y a otros no; a unos tratamientos sí y a otros no; a unas patologías sí y a otras no", y destacó que tampoco contribuye a mejorar las arcas públicas ya que el coste para implantar la medida "probablemente sea superior a la recaudación prevista".

Antes de recurrir la resolución y presentar un recurso de alzada solicitando su suspensión -hay 30 días de plazo-, o de acudir a los tribunales, el consejero ha preferido acudir a la vía de la negociación, por lo que el martes llamó a la ministra de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, Ana Mato, para que reconsiderara la medida que tachó de "ideológica".

El enfrentamiento con Madrid adquirió ayer ya casi el cariz de choque de trenes tras las declaraciones de la presidenta del PP vasco Arantza Quiroga, para quien la oposición de Ejecutivo vasco a aplicar el nuevo copago puede ser "una pose de cara a la galería para, luego, terminar aplicándolo". Quiroga reconoció que medidas, como el nuevo copago, son "complicadas y difíciles", pero "tratan de ahorrar y reducir ese déficit y esa deuda que también tiene Euskadi".

datos tercos Sin embargo los datos son tercos y contradicen a la presidenta de los populares vascos. En una comparecencia conjunta con el consejero, el director de Farmacia, Iñaki Betolaza, explicó que en 2012 se consumieron en Euskadi 52.516 envases de los medicamentos que se recogen en la resolución ministerial y que el gasto hospitalario de farmacia en Osakidetza en los últimos 12 meses asciende a 223 millones. "De esta forma, -precisó-, los 43 fármacos a los que se refieren suponen 34,5 millones de euros, un 15,5% del total, y, de esta cantidad, por efecto del precio de cada envase y del tope de dispensación hospitalaria, se recaudarían alrededor de 220.000 euros, lo que representa el 0,63% de su coste". Unos dígitos que confirman la insignificancia en el presupuesto a la que aludió el martes Erkoreka.

Un Darpón rotundo, se mostró contundente en la oposición del Gobierno Vasco al copago general y también a su aplicación específica en la farmacia hospitalaria, por considerar que es "una media injusta y no justificable en la actual coyuntura social y económica", además de suponer "una invasión de las competencias estatutarias de gestión de la Sanidad en Euskadi". En paralelo, el PNV anunció una proposición no de ley que se debatirá en el Parlamento en las próximas semanas para rechazar la medida y reclamar al Gobierno central que la "deje sin efecto". Su portavoz en materia sanitaria, Kerman Orbegozo, defiende la iniciativa porque entiende que "invade" las competencias vascas.

perjuicios y no beneficios Darpón rechazó el nuevo gravamen por considerar que "penaliza indiscriminadamente a las personas con enfermedades crónicas graves, afecta a la equidad de nuestro sistema, desconcierta a profesionales y pacientes, es una medida incongruente clínicamente al penalizar unos fármacos sí y a otros no y a unas patologías respecto a otras y, para nada, contribuye a la sostenibilidad del sistema sanitario".

Por su parte, Iñaki Betolaza, reiteró que esta medida "causa un enorme perjuicio y ningún beneficio, y está mal diseñada y es poco madura". "Es un pago -sentenció- sin sentido y no entendemos el interés en llevarlo a la práctica", aseguró, a la vez que adelantó que en la Comisión de Farmacia se había hablado de esta cuestión, pero aún requería "más reflexión".

Darpón considera que el copago en farmacia hospitalaria es una medida "inapropiada, que arremete frontalmente contra los principios de equidad y solidaridad recogidos en nuestra Ley de Ordenación Sanitaria de Euskadi" y genera "rechazo social, profesional, sindical, político". Considera que se trata de un planteamiento que no está "suficientemente trabajada", y, "prueba de ello, es el número de comunidades autónomas, gobernadas por partidos de prácticamente todo el espectro político, que se han manifestado en contra".

Finalmente, el máximo responsable sanitario vasco, se mostró sorprendido por el modus operandi y afirmó que "no es de recibo que los consejeros nos enteremos de las intenciones del Ministerio de Sanidad a través del BOE, más si cabe cuando el pasado 14 de septiembre hubo una reunión del consejo interterritorial en Barcelona, donde no se mencionó nada de la publicación de esta resolución, y ya había sido remitida". "Como mínimo, se debiera haber informado previamente a las comunidades autónomas", estimó. Darpón mantiene que el proceso lógico sería que el Gobierno central retire este copago y se lleve a la Comisión Permanente de Farmacia para su análisis, y, si este órgano así lo considera, se traslade al Consejo Interterritorial.