Agurain. El Ayuntamiento de Agurain se ha propuesto la revitalización de su sector comercial mediante la elaboración de su correspondiente Plan de Revitalización Comercial (PERCO). Éste ha sido encomendada a la empresa Ikei, la cual comenzó realizando un estudio de los hábitos de compra de los habitantes de la Cuadrilla de Salvatierra. A este respecto, la comarca fue dividida en tres zonas, la zona sur, integrada por los municipios de Alegría-Dulantzi, Iruraiz-Gauna y Elburgo; la norte, por los de Asparrena, San Millán y Zalduondo; y la oeste por el de Barrundia. Se realizó una encuesta telefónica, con una muestra ponderada a la población de cada municipio.

El sondeo se interesa por la frecuencia y los motivos que llevan a los habitantes de la Cuadrilla a visitar Agurain, así como por sus hábitos de compra. Acerca del primer punto, se constata que la mitad de la población del entorno de Agurain, visita la villa al menos una vez al mes. Lógicamente, en la medida en que la proximidad a Vitoria-Gasteiz es mayor, la frecuencia de las visitas a Agurain disminuye. En números absolutos, serían unas 143.000 visitas anuales, lo que supone una media de 2.750 visitantes por semana.

El principal motivo para visitar Agurain por parte del resto de habitantes de la comarca sería el de hacer compras o ver tiendas, casos respetados por el 59% de los encuestados. Mientras, un 35% lo hacen por la oferta gastronómica, siendo otros motivos importantes las visitas al médico, la realización de gestiones o el ocio. Hay que resaltar que los motivos para visitar Agurain varían sustancialmente en función de la frecuencia de la visita. Así quienes acuden semanalmente lo hacen principalmente para realizar compras. Sin embargo, para los que realizan la visita esporádicamente, el principal motivo es el ocio o la asistencia a ferias o fiestas.

El estudio se centra también en quienes no visitan nunca o casi nunca la villa. Así, se puede constatar que el principal motivo es que prefieren trasladarse a Vitoria-Gasteiz. En definitiva, un 89% de los habitantes de los municipios del norte efectúan sus compras en Agurain, por un 64,5% de los de Barrundia y un 38% de los de Iruraiz-Gauna, Alegría-Dulantzi y Elburgo.

Respecto a las compras, algo más de la mitad de los componentes de este muestreo se traslada a Agurain para adquirir principalmente alimentos frescos y, en segundo lugar, alimentación envasada y productos de droguería. La ropa y el calzado es motivo de compra por parte del 20% de los visitantes. Según los datos extraídos de este trabajo, la media del gasto familiar que los habitantes de la comarca realizan en Agurain sería del 15%. Esto supondría un total de 4,3 millones de euros anuales, de los que el 55% -2,4 millones- iría a parar a la compra de alimentos frescos. Más de la mitad de esas compras, así como las de alimentos envasados y droguería se realizan en Eroski. En cuanto a las compras de ropa y calzado, se efectúan principalmente en los comercios del casco histórico. Por el contrario, parece que el mercado de los martes constituye más una referencia que un lugar de compra.

Como es natural, el motivo principal de los habitantes de la Llanada para acudir de compras a Salvatierra reside en que en sus localidades no existen comercios, pero además los encuestados resaltan que aprovechan para tomar algo, ya que consideran que el entorno es agradable y la atención, por parte de los comerciantes, buena. Por el contrario, también existen motivos para no desplazarse a comprar a Agurain. El principal entre los aducidos es la competencia de Vitoria-Gasteiz.

En lo relativo al perfil mayoritario del comprador que acude a Agurain, se trataría de una mujer mayor de cuarenta años, madre de familia. También hay que señalar que aquellos que residen en la Cuadrilla de Salvatierra "de toda la vida", tienen más inclinación a desplazarse de compras a Agurain que los residentes nuevos.

Conclusiones principales Las limitaciones presupuestarias a las que obliga la presente crisis económica, unidas a un descenso de la demanda comercial, obliga a las administraciones a aprovechar al máximo los recursos y a los comerciantes a agudizar el ingenio. En ese sentido el Ayuntamiento de Agurain, a raíz de los resultados del estudio de Ikei, se plantea convertirse en facilitador de las iniciativas de los comercios por hacer la calle más viva. Se trataría de buscar los elementos diferenciadores de Agurain, poniendo el comercio urbano a la cabeza de ese posicionamiento por medio de campañas de dinamización. Esa facilitación debería abarcar la iniciativa de los comerciantes, a través de ordenanzas reguladoras, del apoyo en la gestión o la difusión de sus habilidades, los flujos de visitantes, articulando nuevos reclamos y buscando el impacto en las actividades locales, y un urbanismo amable. En este último aspecto, el informe propone el tratamiento de la calle Fueros para que se evidencie la transversalidad de las calles Portal del Rey y Zumalburu, La unión de la plaza Euskal Herria con el resto de barrios urbanos, la limpieza de fachadas y adecuación de locales vacíos, la señalización de servicios y la peatonalización del casco histórico.

Las referencias ineludibles para este proceso serían la de la villa amurallada, rica en artesanos, productores, comerciantes y hosteleros, que le darían un carácter diferencial, su posicionamiento en un enclave natural atractivo, tanto para el visitante como para el residente, y una oferta comercial diferenciada. Sobrevivir en un entorno rural, poco poblado, con una gran ciudad a quince minutos exige ser diferente. Por ello será preciso buscar una diferenciación en base al producto o a la dinamización, personalización y relación que cada comercio establezca con el cliente.

El Plan de Revitalización Comercial, de acuerdo con los resultados del informe, debería tejer una red de interés mutuo entusiasta y bien organizada. Para visualizar el desarrollo del PERCO, el informe propone la figura de un pentágono, el cual debe estar firmemente asentado sobre una sólida base de programas de cooperación institucional y sectorial, que deberán plasmarse a través de campañas en sintonía con la política turística y cultural del municipio, así como con los programas de apoyo públicos. Este pentágono culmina con la mejora de la competitividad, que precisa de una visión clara del posicionamiento y de la dinamización.

El informe recalca que, aunque la colaboración municipal es necesaria, el principal interesado en el éxito del proceso es cada comercio. Por ello, cada uno debe buscar la alianza que considere más adecuada, bien sea con el comercio de al lado, con un hostelero o con un club deportivo, aprovechando la oportunidad que la proximidad y la virtualidad ofrecen, para ganar la confianza, día a día, de los potenciales consumidores que se observen.

Pero aparte de lo que cada comercio haga individualmente, se necesita articular una oferta atractiva ligada entre sí, bien a través de la proximidad que da la calle, bien por la complementariedad del producto o por la afinidad o la empatía entre dos o más comercios. Esta oferta deberá estar articulada a distintos segmentos de la demanda y ser muy flexible, para adaptarse a colectivos específicos.

Para terminar, la colaboración se debería articular a través del producto, buscando los comercios alianzas con los productores, acercándolos al comercio para que sean visualizados y relacionados con ellos, a través de la proximidad de aquellos comercios que comparten ubicación, a través de la colaboración con empresas de los polígonos industriales y con asociaciones y clubes.

musutruk. Una gran pancarta de vistosos colores daba la bienvenida a todos aquellos que se acercaron hasta la primera Feria del Trueque organizada en Agurain con el objetivo de intercambiar objetos, dejar atrás el consumismo y mostrar habilidades de manera desinteresada. La plaza Dulantzi de la localidad se convirtió en un gran stand con el que sensibilizar y crear conciencia entre la población de que existen formas diferentes de vida en la que se pueda dejar atrás el consumismo e intercambiar parte de tiempo y objetos por otros más necesarios. "En una época de crisis en la que vivimos hay que desterrar el tener por tener, dando uso a objetos prescindibles que todos tenemos en nuestras casas sin darles utilidad, pero pensando que igual son necesarios para otra persona", señalaba Mari Mar Lamikiz, miembro de la organización.

Los más pequeños de la villa pudieron conocer de primera mano cómo funciona el trueque. "Es un intercambio de objetos y servicios por otros objetos o servicios sin mediar dinero, y se considera un espacio para el fomento de las relaciones sociales directas y un espacio crítico donde tomamos conciencia de la inclusión de la sociedad sin darnos cuenta en un mundo de consumismo", explicaba Mari Carmen a su pequeño Jon.

El txiki no dudó en acercarse hasta la plaza con varios de sus cuentos favoritos. "Yo ya me los sé de memoria. Los traigo para que otros niños puedan leerlos y se diviertan", comentaba orgulloso. Tras depositar los objetos -libros, ropa, complementos o cedés- los participantes recibían vales con los que poder obtener nuevos productos. La idea de organizar esta particular feria surgió de la Comisión Socio-sanitaria, formada por profesionales y asociaciones que trabajan en el ámbito de la atención socio-sanitaria como centros escolares, Cáritas, Alai, Centro de Salud, servicios sociales y el propio Ayuntamiento de Agurain.

"El punto de partida fue el análisis de la realidad social del municipio y el surgimiento de nuevas necesidades sociales a las que había que dar respuesta, y la necesidad de crear un espacio en el que se analizara la forma actual de vida y promoviendo un cambio en la filosofía de vida, más solidaria y colaboradora", argumentan los promotores de la idea.

En la Feria del Trueque se pudieron intercambiar juguetes, libros, CD, trajes de fiestas, material escolar como mochilas, estuches o batas, entre otros, o cualquier otro objeto que se quiera cambiar por otro. "Yo éste no lo tengo. Te lo cambio", comentaba Félix a la responsable de la mesa mientras sujetaba entre sus manos un disco.

Además de los propios objetos la feria acogió diversos talleres de pintura, dibujo o pintado de cara, pero el que tuvo mayor éxito entre mayores y pequeños fue el de henna. "Hazme en el brazo un flor", comentaba Olatz mientras se remangaba la camiseta indicando el lugar dónde quería el tatuaje. Junto a ella Clari optaba por un dibujo bien elaborado en la mano. En tiempos de crisis, recortes y vacas flojas, los vecinos de Agurain demostraron que el trueque funciona como una alternativa a la sociedad de consumo renunciando por unas horas al dinero.