Vitoria. En línea con el Plan de Acción para la Promoción del Uso del Euskera (ESEP) que acaba de ratificar el Parlamento Vasco, Patxi Baztarrika no desaprovecha una ocasión para invitar a los monolingües a que "den el paso de acercarse al euskera". Cada cual en su medida. Y es que según este veterano de la euskalgintza, quienes no dominan el euskera a la perfección pueden, igual que quienes lo dominan muy bien, realizar una gran aportación a la convivencia entre ambas lenguas. "No hay euskera malo, el único euskera malo es el que no se habla", afirma. Para Baztarrika es positivo proclamar que el euskera te necesita en fiestas como Korrika, Kilometroak o Nafarroa Oinez , pero considera que "la lengua estará a salvo" cuando convirtamos esa frase en esta otra: euskera, te necesito.

Se abre un curso en los euskaltegis. ¿Cómo va la matricula?

Aún no lo sabemos, pero esperamos que este curso se ponga freno a la línea descendente de los últimos dos años, en los que ha habido unos 2.000 estudiantes menos. Esta reducción es preocupante porque para quienes creemos en una sociedad bilingüe sabemos que no es posible sin ciudadanos bilingües. Hoy todavía el 37% de la población desconoce absolutamente el euskera, por lo que hay mucho campo para avanzar. Los euskaltegis están haciendo su propia campaña con el apoyo permanente del Gobierno vasco, porque la euskaldunización de adultos es una actuación prioritaria para nosotros.

¿De qué sirve aprender euskera si no se usa en la misma medida?

El euskera sí se habla, de hecho se usa en ámbitos en los que históricamente nunca había sido utilizado. Hoy más de la mitad de los estudiantes eligen el euskera como idioma para examinarse de la selectividad, es la lengua vehicular que mayoritariamente eligen las familias para la enseñanza de sus hijos, se utiliza en los medios de comunicación y en el ámbito socioeconómico, aunque no en la medida que quisiéramos. Ni que decir tiene que la calidad de la producción cultural en euskera es equiparable a la de cualquier otro tipo de producción cultural.

Sin embargo, se acrecienta la brecha entre el conocimiento del euskera y su uso.

No es una lengua que tenga un nivel de uso simétricamente proporcional al nivel de conocimiento.

Si hablar en euskera es un derecho, ¿por qué la enseñanza de euskera para los adultos no es gratis?

Porque no forma parte de la educación obligatoria. El que se tenga derecho a una cosa no quiere decir que automáticamente tenga que ser gratuito. En nuestra sociedad hay una serie de servicios básicos fundamentales para la dignidad de las personas, como la sanidad y la educación obligatoria, que son gratuitos. También tenemos derecho a la vivienda y... A día de hoy aprender euskera es mucho más barato que cualquier otra lengua. Y esto tiene que ser así porque es una lengua oficial y todos los ciudadanos tienen derecho a conocer y usar el euskera, por eso hay que tomar medidas para hacer que sea posible.

¿Son suficientes esas medidas?

La voluntad del Gobierno Vasco es evitar que alguien que quiera aprender euskera no pueda hacerlo por razones económicas. Creemos sinceramente que, en la mayoría de los casos, esto está garantizado porque los costes de matrícula no tienen nada que ver con los costes reales de la enseñanza de euskera, puesto que el Gobierno aporta una cantidad muy importante a la financiación directa de los 106 euskaltegis. Este año hemos consignado 31 millones de euros, 11 para los euskaltegis municipales y 19 millones para los euskaltegis privados, más 200.000 euros para los cursos de euskera en las euskal etxeak.

¿Cuánta gente se puede beneficiar de las ayudas individuales?

Hemos recuperado las ayudas individuales con una partida de 700.000 euros destinados a quienes han acreditado uno de los cuatro niveles de HABE, y calculamos que entre 4.000 y 5.000 estudiantes se podrán acoger a ellas.

Colegios, euskaltegis y Gobierno se han unido para fomentar la transmisión familiar del euskera. ¿Por qué?

La familia desempeña un papel primordial en la normalización del uso del euskera. Para el conocimiento de una lengua son fundamentales la familia y el sistema educativo vasco. Pero es en la transmisión familiar donde una persona habla en euskera para expresar de forma natural sus experiencias personales, afectivas, íntimas, es decir, para la comunicación de lo cotidiano. En la escuela se adquieren competencias más formales de comprensión lectora y escrita, mientras que en la familia se adquiere la oral. La combinación de ambas da la capacitación plena.

¿La familia es la pieza que nos falla?

El crecimiento sostenido del conocimiento del euskera los últimos años es el mayor que se ha dado en cualquier lengua del mundo. Hace 25 años solo una de cada cinco personas era bilingüe en este país, hoy es el 37,5%. Y ese crecimiento no se hubiera dado solo por el apoyo familiar, por tanto, para eso hace falta el sistema educativo. Entre nosotros hay miles de personas bilingües que han adquirido el euskera como segunda lengua solo en el ámbito de la escuela sin el apoyo familiar y, en muchas zonas de Euskadi, sin el apoyo de las actividades de la vida social, y se ha visto que no es suficiente.

No cabe duda de que los últimos 30 años se ha dado un paso de gigante en la euskaldunización. ¿Es posible que en ese camino se haya incurrido en el error de pensar que se iba a normalizar el uso del euskera en un periodo corto de tiempo solo con matricular a nuestros hijos en modelos euskaldunes?

Claro, durante mucho tiempo se ha pensado que con el sistema educativo todo estaba resuelto. Y, efectivamente, a través del sistema educativo está garantizada la supervivencia del euskera para las tres próximas generaciones. La pervivencia del euskera no está en peligro, lo que no está garantizado es la vitalidad de la lengua. Lo que está en juego, ahora y de cara al futuro, es la vitalidad del euskera, que sea una lengua viva en los distintos ámbitos de la vida personal, social y laboral.

¿Por qué?

Porque todas las investigaciones inciden en que si la competencia que uno tiene en euskera es inferior a la que tiene en castellano opta automáticamente y, de forma natural, por el castellano. Si no fijamos la atención en este tema y, a mi tender es el gran reto de futuro que tenemos, podría suceder que el euskera sea la segunda lengua de cada vez más personas, cosa positiva, pero la primera lengua de menos personas. Por tanto, el reto no es conservar el euskera a dos o tres generaciones, sino conseguir que los euskaldunes conserven el euskera como primera lengua y que aquellos que han adquirido el euskera como segunda lengua lo usen en su vida diaria con toda naturalidad.

El Plan de Acción para la Promoción del Euskera (ESEP) que presentó la semana pasada en el Parlamento va en esa línea, ¿no?

Este plan persigue acortar la distancia entre el conocimiento y el uso del euskera. Para que haya más uso se debe activar a los vascohablantes, que los que todavía están absolutamente alejados del euskera den el paso hacia el euskera, que den el paso del monolingüismo al bilingüismo, y que cada vez haya más ámbitos de uso del euskera para que aquellos que tengan la voluntad y el deseo de vivir en euskera puedan hacerlo. Para cumplir estos tres objetivos estratégicos se plantean 99 medidas y más de 330 acciones.

Ponga un ejemplo.

El ESEP es una gran oportunidad para que los ayuntamientos, especialmente, en aquellos programas de ocio, tiempo libre o extraescolares dirigidos a la infancia y a la juventud promuevan y garanticen el uso del euskera.

¿Y cómo van a trasladar ese empeño del papel a la realidad?

Vamos a priorizar con absoluta claridad la generación, organización y estabilización de acciones de carácter extraescolar en euskera dirigidas a la infancia y la juventud, tanto en el programa EBPN dirigido a ayuntamientos y mancomunidades, como en el programa de Euskalgintza, dirigido organismos privados, como las entidades financieras que organizan udalekus. Así generamos esas oportunidades de uso del euskera para muchas personas que están adquiriendo el euskera como segunda lengua en el sistema educativo más allá de las cuatro paredes del aula.

¿Irá acompañado de un incremento de la financiación?

Estamos preparando ya los Presupuestos de 2014, pero aún no sabemos si se van a incrementar las partidas. Lo que sí sabemos es que los criterios para la concesión de ayudas en estos dos programas son los que he mencionado. Y lo va a ser porque es una manera de desarrollar el propio ESEP y, al mismo tiempo, invitar a otras instituciones a que hagan lo mismo en su ámbito de decisión.

¿Cómo valora el grado de respaldo logrado por el ESEP en el Parlamento Vasco?

Valoro positivamente que la ratificación del ESEP en el Parlamento Vasco haya salido con una opinión expresamente favorable de PNV y PSE y un sí crítico del PP. También lamento mucho la posición de UPyD, que allí donde hay voluntad democrática para promocionar el uso del euskera, hable de imposición; y que allí donde se articulan medidas para ejercer la libertad lingüística, hable de abuso. Y por otro lado, lamento profundamente que Bildu haya optado por autoexcluirse.

Bildu no apoya el ESEP porque cree que es "insuficiente".

Ellos se autoexcluyeron de la posibilidad de diálogo y transaccionar el ESEP, argumentando que una parte de Bildu no pudo participar de ese proceso porque estaban fuera de las instituciones. Lo curioso es que antes no podían y ahora que pueden no han querido hacerlo. Esta postura es absolutamente lamentable, porque entre otras cosas, el ESEP no es estrictamente un Plan del Gobierno, ni de este ni del anterior, sino fruto del acuerdo del Consejo Asesor del Euskera, el organismo social más representativo que sin duda existe en el mundo de promoción del euskera, en el que están representados muchos organismos de todas y cada una de las sensibilidades políticas de este país, incluida la propia izquierda abertzale que representa Bildu.

¿Hay posibilidad de acercar posturas con Bildu?

El consenso social es el padre y la madre del ESEP. Y es una pena no darle al ESEP esa oportunidad de desarrollo a través de los distintos planes que cada institución debe hacer, según su propia realidad sociolingüística. Esto ha sucedido ahora así, pero por parte del Gobierno trabajaremos activamente para que el consenso que hay entorno al ESEP salga fortalecido y se amplíe. Porque tengo claro que sin un grado de consenso social y político es imposible avanzar en la revitalización del euskera por muchos planes que se aprueben.

Usted es uno de los consejeros más veteranos de este Gobierno ya que antes estuvo con Ibarretxe. ¿Cómo ve la nueva fase de entendimiento entre PNV y PSE?

Creo que el país lo necesitaba. Si la política debe ser, precisamente, el escenario de la transacción en una situación complicada desde un punto de vista económico, y por tanto, del desarrollo y sostenimiento de las políticas públicas sociales, es estrictamente necesario que haya un acuerdo de esta naturaleza.

Este acuerdo tendrá su traslado a la política lingüística.

No lo dudo, una de las razones fundamentales por las que ha avanzado el euskera es porque en la base hemos contado con un consenso muy importante.

¡Quién lo diría escuchando ciertas manifestaciones públicas!

Puede, pero ahí está el Estatuto de Gernika, la Ley del Euskera, la legislación educativa, etc. Ese nivel de consenso es valorado muy positivamente fuera de aquí cuando se estudia el modelo de revitalización del euskera. Esto no quiere decir que no haya disputas partidistas y lamentables entorno a la cuestión de la lengua. Y es que la lengua es un tema muy sensible que afecta a la piel de las personas y, muchas veces, se tiene la tentación de manipular, tergiversar y utilizarla de manera interesada. Pero, aunque persistan este tipo de actitudes, no ha sido la tónica general en el caso del euskera.

¿Cree que se han acabado las disputas partidistas sobre el euskera?

La revitalización del euskera ha sido fruto de la concordia y el entendimiento. Y para esa concordia y entendimiento, el acuerdo con los socialistas no va a ser un obstáculo, sino todo lo contrario. Este acuerdo puede ser positivo pero insuficiente porque en cuestiones lingüísticas necesitamos acuerdos que vayan más allá del acuerdo entre PNV y PSE. Este acuerdo es fundamental porque representa no solo una mayoría en términos cuantitativos sino porque aglutina diferentes sensibilidades ideológicas y políticas de este país. Y esta diversidad es fundamental en el tema lingüístico. Dicho esto, también creo que no nos podemos conformar con eso porque los acuerdos en materia lingüística tienen que ir más allá y, desde luego, este Gobierno va a trabajar en ello.

¿Cree que van a lograr ese mismo consenso entorno al plurilingüismo que pretende impulsar el Departamento de Educación?

Yo estoy convencido de que sí. Así como decía que para la política lingüística el consenso es un valor en sí mismo, para la política educativa también. Y si hoy el sistema educativo vasco puede presentar unos resultados que están muy por delante de los objetivos que la LOMCE plantea de aquí a seis años se debe, entre otras cosas, a que la política educativa se ha desarrollado sobre un importante consenso en el mundo educativo y político. Aquí no se cambia la normativa educativa cada vez que hay un cambio de gobierno, aquí hay otro nivel de estabilidad. Estoy convencido de que va a ser posible alcanzar, por lo menos, los mismos niveles de consenso logrados para llevar adelante los avances que haya que dar.

El 25% del alumnado de modelo D, el 42% de B y el 86% del A salen de la ESO sin saber un euskera decente. ¿No se sienten impelidos a revisar el sistema de modelos?

El sistema de modelos tiene que ser mejorado, sin ninguna duda. Y además esa mejora debe abarcar al conjunto del sistema de modelos, es decir, a todos los modelos.

Incluido el A (todo castellano).

La formulación rígida y encorsetada que en general existe en el modelo A, por el cual todas las materias excepto Lengua y Literatura vasca se deben impartir en castellano, tiene que ser superada. Repito, la formulación encorsetada del modelo A tiene que ser claramente superada en el sentido de incluir el euskera como lengua vehicular en otras materias.

¿Han pensado en algún porcentaje, o materias concretas?

No es una cuestión de porcentajes sino que se debe abordar centro a centro. Que nadie piense que con este, con otro o sin sistema de modelos, el sistema educativo vasco puede garantizar por sí solo en nuestra realidad sociolingüística que todo el alumnado alcance un nivel de competencia lingüística en euskera tan elevado como quisiéramos. ¿Por qué? Porque influyen otros factores y la escuela tiene un límite. Y ahora vamos hacia una tercera y cuarta lengua, pero con el euskera como eje.