Gasteiz. El modelo penitenciario actual se encuentra totalmente agotado. Así lo entiende la Comisión Antisida de Álava (Sidálava), cuyos representantes comparecieron ayer ante las Juntas Generales para pedir un cambio de rumbo radical en este ámbito a las instituciones competentes. Un giro que apueste por lo social, por la potenciación de recursos como los pisos de acogida para reclusos en tercer grado, y que abandone la construcción de nuevas macrocárceles como la que se proyecta en Zubieta (Gipuzkoa).

Álava, que no llega a los 350.000 habitantes, cuenta en la actualidad con dos centros penitenciarios operativos, que además se encuentran a apenas un kilómetro de distancia -la vieja cárcel de Nanclares y el nuevo penal de Zaballa-, y semivacíos, una circunstancia sangrante en el caso de Zaballa por el enorme coste que su construcción supuso a las arcas públicas.

Miguel Ángel Ruiz, presidente de Sidálava, exigió el cierre inmediato de la vieja cárcel, donde ahora se ubica el Centro de Inserción Social (CIS) que acoge a los presos en la parte final de su condena -aquéllos que sólo duermen en prisión-, y solicitó que, si debe construirse un CIS en Euskadi, nunca se haga en Álava como se ha planteado en alguna ocasión. Las razones, esa proliferación en una provincia tan pequeña de centros cerrados, donde prima la vigilancia antes que la reinserción, y que alrededor del 70% de los reclusos vascos son vizcaínos, tanto a nivel global como en los penales del territorio. Según recordó Ruiz, el modelo penal imperante plantea en todo caso que los CIS deben ubicarse lo más cerca posible de la localidad de residencia de los presos para facilitar su reinserción.

Claro que, para Sidálava, la mejor forma de avanzar hacia la reeducación social de las personas privadas de libertad es el impulso de los pisos de acogida, un modelo que ha funcionado francamente bien en Gasteiz durante años pese al reciente cierre de una de estas viviendas por la falta de apoyo del Gobierno Vasco. A pesar de que, según sus experiencias, la población exreclusa atendida en pisos de acogida reincide menos que los que no tienen esta opción, muchos de estos presos no pueden acceder a alguna de esas viviendas ante la falta de plazas. Ruiz recordó, además, que sólo la Diputación alavesa destina partidas económicas a la reinserción social de los reclusos, por lo que pidió "mucha más implicación" a las diputaciones de Gipuzkoa y Bizkaia.

Mila Manzanal, voluntaria de Sidálava y vecina de la zona, puso el acento en esa "sobrecarga" de centros penitenciarios que sufre su municipio y abogó por la "educación" como la mejor manera de reinsertar a la población reclusa. Ruiz recordó, por su parte, que la CAV tiene "todas las competencias que se necesitan" para remar en esa dirección, tanto en materia de servicios sociales, de Justicia e incluso de Sanidad.