Donostia. El sector del transporte no se fía en Gipuzkoa. Esa es la conclusión que puede extraerse después de hablar con los principales sindicatos. Pese a que saben que, actualmente, la Diputación guipuzcoana carece de apoyos para aprobar el proyecto de financiación de carreteras mediante peajes, después de que el PP haya confirmado que no pactará con Bildu para sacar adelante la propuesta, siguen recelosos y no dan esta batalla por ganada.

"Es una buena noticia, pero hasta que no lo veamos no nos lo creemos", señalaban ayer a DNA fuentes del sindicato Hiru. Reconocían que la noticia no les ha cogido "por sorpresa", ya que en las últimas semanas habían "leído en la prensa que había desencuentros", pero creen que la situación no es definitiva, y que podría volverse en su contra, por lo que continuarán pensando en las movilizaciones. "Hay alguna cosa pensada, pero no vamos a adelantar nada de momento", indicaron.

Por su parte, desde Guitrans prefirieron guardar cautela y no evaluar la situación. "Estamos valorando los movimientos que está habiendo con respecto al tema de los peajes", se limitaron a decir.

8.000 euros anuales Desde que se conoció la propuesta de la Diputación a finales del mes de julio, los transportistas han denunciado que los nuevos peajes propuestos por Bildu acarrearían "el hundimiento definitivo" del sector, que viene padeciendo en los últimos años los ataques de la crisis.

Y es que el plan de la Diputación iba a suponer 5,5 millones anuales para el sector del transporte guipuzcoano. O lo que es lo mismo un coste de entre 8.000 y 10.000 euros al año para cada transportista, cifras que consideran "inasumibles", ya que, actualmente, "es imposible" cargar ese coste al cliente.

Asimismo, han recalcado que iban a ser "los guipuzcoanos" quienes iban a pagar los peajes, y no los transportistas extranjeros, tal y como defendía la Diputación. "Nosotros hacemos tres y cuatro viajes diarios, mientras que una persona que viene de fuera pasa por aquí y en cuatro días no vuelve a pasar", explicaban.

"discriminatorio" Por otro lado, según informó ayer Efe la eurodiputada riojana del Grupo del Partido Popular Europeo (PPE) Esther Herranz reclama que la Diputación de Gipuzkoa abandone su proyecto de implantar un nuevo sistema de peajes "claramente discriminatorio" y no respetar la normativa comunitaria.

Según un comunicado, dicha discriminación se debe a que la medida favorece únicamente a los residentes en el territorio, por lo que la considera "perjudicial para los intereses de todos aquellos que no residen en Gipuzkoa" y, por tanto, contraria a la legislación europea.