madrid. Intermón Oxfam advirtió ayer de que si el Gobierno sigue aplicando medidas de austeridad, podría haber 8 millones más de personas en situación de pobreza en 2025 en España. En Europa, habría 25 millones más de personas en exclusión y un tercio serían españoles.

El director de campañas y estudios de la ONG, Jaime Atienza, advirtió de una "tendencia global" a la desigualdad que está alcanzando a la UE y a España y aseguró que, con las actuales políticas, "se camina hacia una Europa más injusta".

Desde el inicio de la crisis, en 2008, cada año hay medio millón más de personas que viven en riesgo de pobreza o exclusión social. El límite se marca en las personas que disponen de menos del 60% de la renta media nacional (15.445 euros al año) o que sufren privaciones en la alimentación, la vivienda o el empleo.

A ese ritmo, 12,7 millones de personas estaban en esta situación en 2012. Según el informe, para 2025 habría 20 millones. Es decir, el 42% de la población en España estaría en situación de pobreza.

Para la organización, los recortes deterioran los mecanismos de recuperación social y la democracia, dos factores que alargarán y dificultarán el proceso de recuperación y que, además, están acentuando la desigualdad entre las capas más altas de la sociedad y quienes viven en situación de exclusión. Además, Cavero advirtió del crecimiento del fenómeno de la "pobreza activa" en España que, a su juicio, es una de las "consecuencias" de la reforma laboral llevada a cabo por el Gobierno el año pasado.

Según explicó, este colectivo estaría formado por personas que, a pesar de trabajar, "no reciben la remuneración suficiente para poder vivir". En este sentido, aseguró que la "flexibilidad del empleo" que buscaba la reforma, únicamente ha conseguido la creación de empleos precarios "y que quienes trabajan nunca lleguen a salir de la pobreza".

Por todo ello, la organización ha pedido al Gobierno español y a los mandatarios europeos que detengan las medidas de austeridad que "ya dieron malos resultados en los 80 y en los 90 cuando se aplicaron en América Latina y Sudáfrica" y que invierta en crecimiento económico, creación de empleo y en reactivar el gasto de capital. También animaron a aplicar impuestos sobre la acumulación de riquezas y tasas sobre las transacciones financieras e invertir en servicios sociales.