Vitoria. La insatisfacción con el servicio de limpieza que presta FCC en Vitoria ha llevado al Ayuntamiento a redactar un pliego de condiciones más riguroso, como ya adelantó DNA. La empresa que el próximo año se haga con la contrata de basuras sólo cobrará por los servicios prestados -no como ahora- y si incumple será sancionada. Además, cualquier modificación del acuerdo inicial quedará por escrito para evitar sorpresas posteriores y el Consistorio realizará un seguimiento mensual de la limpieza de las calles.
Hasta ahora, las quejas y denuncias por el trabajo de FCC han llegado siempre de boca de la oposición. Ayer, el gobierno también reconoció que la ciudad se merece un nivel de limpieza más alto, puesto que paga por él y un precio, por cierto, nada despreciable, ya que es el mayor gasto al que cada año hace frente el erario público. La edil responsable del área confirmó que el pliego está prácticamente cerrado, a falta de atar el futuro de los más de 400 trabajadores en plantilla. Este fleco retrasará uno, dos o tres meses el nuevo contrato -previsto para julio-, tiempo durante el que FCC seguirá al frente de la limpieza.
Las nuevas condiciones impuestas a la empresa que gane el concurso de limpieza y basuras de Gasteiz han sido acordadas en un grupo de trabajo para tal fin en el que han tomado parte PP, PNV y Bildu. El PSE, no. Y aunque es el gobierno quien tiene la última palabra, Leticia Comerón aseguró ayer que se incluirán en el pliego definitivo. "El contrato actual es complicado, difícil de gestionar y es mejor ser más rigurosos", declaró. Se refiere la concejala al acuerdo que su propio partido -entonces liderado por Alfonso Alonso- suscribió hace ocho años con FCC.
Un hecho éste que el portavoz de Bildu -muy crítico con el servicio que presta en Gasteiz- no pasó por alto. Kike Fernández de Pinedo dejó claro que a la coalición abertzale no le gusta FCC porque "su trabajo es deficiente, ha cometido numerosas irregularidades y es una compañía sobre la que recae la sospecha de la corrupción". Tampoco el actual servicio satisface al PNV. "Las condiciones que se pactaron en su día son malas para los intereses de la ciudad; la maquinaria está agotada y obsoleta, igual que el actual modelo de gestión; por eso el Ayuntamiento tiene que implementar los mecanismos de control y conseguir un servicio de más calidad", subrayó Álvaro Iturritxa.
Por su parte, el portavoz socialista centró su intervención en la defensa de un modelo de gestión directa. Para Patxi Lazcoz, lo ideal sería que el Ayuntamiento se hiciera cargo del servicio. Una opción ya descartada, que también defiende Bildu.
Ahorro de agua Asimismo, la nueva contrata de limpieza no podrá coger agua de dónde quiera, sólo de un número concreto de bocas que fije Amvisa, para ahorrar, y los vehículos serán eléctricos. Además, el elevado índice de absentismo laboral que se da ahora no será excusa para que las calles estén sucias y la plantilla trabajará al cien por cien en Vitoria.