el mercado de los martes de Agurain, más allá de su valor comercial, constituye una de las señas de identidad de la villa. En efecto, en la memoria histórica de los aguraindarras se pierde, como se suele decir, en la noche de los tiempos el origen de este mercado semanal que, sin embargo, como todo, tiene un origen concreto.

En una época en la que se vivía una economía de subsistencia, en la que la inmensa mayoría de la población se encuadraba en el campesinado, los mercados públicos eran imprescindibles para la marcha de la sociedad. En ellos, los campesinos podían vender los excedentes de su producción y comprar aquellas mercancías que ellos no podían elaborar, tales como herramientas de metal u objetos que se salían de lo corriente, por ejemplo joyas o tejidos de cierta suntuosidad, pero también alimentos que no se cultivaban aquí o bebidas, como el vino. Porque todo lo demás, desde los tejidos de lino, a los objetos de cuero y de madera y, por supuesto, la mayor parte de la alimentación, se hacía en casa.

Sabemos que Agurain adquiere una centralidad comarcal, tras la concesión del fuero por el rey de Castilla Alfonso X, en 1256, dentro de una política de reforzamiento de la frontera creada entre Castilla y Navarra, tras la conquista de la parte occidental del Reino de Navarra en 1200. Así, además de Salvatierra, se crean las villas de Santa Cruz de Kanpezu, Segura, Villafranca (Ordizia) o Tolosa. Poblaciones amuralladas en las que se concentraban los habitantes de los alrededores.

Sin embargo en el caso de Salvatierra es posible que su condición de villa fuese anterior y que, por lo tanto, esa centralidad comarcal ya la tuviera la primitiva Agurain. En efecto, en la época en la que Álava volvió al Reino de Navarra, tras el tratado de Libourne entre Pedro I de Castilla y Carlos II de Navarra, entre 1367 y 1371, el monarca navarro confirmó a Salvatierra sus privilegios, afirmando que "fue del regno et corona de Navarra et fundada e poblada por los reyes de Navarra" y ratificando "todos los privilegios, libertades e franquezas, fueros, usos e costumbres que el concejo de la dicta nuestra billa de Salvatierra e los bezinos e moradores del dicto logar han tanto de los reyes de Navarra, nuestros predecesores, como de los reyes de Castiella", según consta en documento custodiado en el ayuntamiento de Agurain.

De cualquier forma, la primera noticia documentada que conocemos sobre el mercado, aparece en la carta de privilegio de Alfonso X, en la que se concede el fuero "a todos los pobladores de la my puebla que yo fiz a que yo puse nombre Salvatierra que ante avie nombre Hagurahin". Allí, expresamente se dice "otorgoles que ayan mercado el día del martes". Y así hasta ahora mismo.

El mercado hoy El 10 de septiembre tuvo lugar una prueba piloto de reubicación del mercado que, en un principio, responde a una demanda de los comercios establecidos en la villa, así como a un interés por parte de vendedores y compradores, de descongestionar el actual mercado, de la que el Ayuntamiento se ha hecho eco. Esta aglomeración de puestos de venta se hace patente especialmente en las olbeas, que pierden su carácter de zona de paso, para lo que fueron concebidas en su momento.

La mencionada reubicación contempla mantener en la plaza de San Juan los puestos de textil, que además son los más grandes, trasladando a la calle Mayor los de alimentación, que se complementarían con los comercios allí radicados. Por otra parte, el Ayuntamiento hace un llamamiento a los productores locales, la mayoría de productos alimenticios, para que participen en este tradicional mercado de los martes.

La idea central es la revitalización del mercado, tal como figura en el recientemente elaborado Plan Especial de Revitalización Comercial de Agurain (PERCOA), persiguiendo, al mismo tiempo, una revivificación del casco histórico, con la intención de que este entorno central de la villa se recupere como espacio de convivencia , tanto de la totalidad de los vecinos y vecinas de Agurain, como de la población de los pueblos de la comarca. Conseguir un mayor desarrollo en la actividad económica, evitar la fuga de riqueza y el cierre de negocios, posicionar al municipio como referente comercial y rediseñar las necesidades comerciales de la Villa son los pilares básicos sobre los que se asienta este plan estratégico.

Uno de los cambios que se ha ensayado, como ha quedado dicho, consiste en dejar libres las olbeas de la plaza de San Juan.

Las olbeas, de oholbe, literalmente debajo de la tabla, debido a que el techo de las mismas lo constituye la tablazón del piso de las casas adyacentes, constituyen otra de las señas de identidad de Agurain. No sabemos cuándo fueron construidas, desde luego después del gran incendio de 1563, que destruyó la práctica totalidad de la villa intramuros, con excepción de las iglesias de San Juan Santa María y San Martín, la de San Pedro no había sido todavía construida, y de la llamada Casa de las Viudas, en la esquina de la calle Carnicerías y el cantón llamado hoy en día de Lope de Larrea. Lo más probable es que en el momento de la reconstrucción se pensara ya hacerlo de esta manera, aunque cabe la posibilidad de que se construyeran más tarde, En cualquier caso su motivación fue el hecho de poder transitar los días de lluvia sin mojarse, a tal efecto se prescribió que el espacio debía tener la altura suficiente para permitir el paso de un hombre a caballo.

Hurbil zaitez eta gozatu El Ayuntamiento de Agurain, con esta iniciativa, busca impulsar el sector terciario, implicando a un mayor número de productores locales, favoreciendo así la actividad comercial del municipio. Estos cambios, que se promocionan entre la población con el lema "Hurbil zaitez eta gozatu/Acércate y disfruta", incluyen animar a los comerciantes de la calle Mayor a sacar sus productos a la calle, convirtiendo el casco histórico en un gran mercado al aire libre, más próximo y atractivo para sus vecinos y visitantes.

El Ayuntamiento espera que, después de una primera valoración entre comerciantes y productores, se pueda mantener esta propuesta todos los martes del año, una vez se haya llevado a cabo la peatonalización del Casco Histórico prevista para noviembre.

El Mercado de Agurain con 757 años de historia se ha convertido en un referente comercial en la comarca y uno de los principales reclamos para sus visitantes. En la actualidad, cada martes se venden en el mercado una gran cantidad de productos de productores locales y de otros vendedores. En total y hasta el momento, acuden al mercado un total de 25 puestos, en los que se puede encontrar verduras, hortalizas, legumbres, frutas, quesos, embutidos, miel, especies micológicas, pan, productos ecológicos, plantas y otros productos textiles. La oferta se complementa ahora con repostería, patatas fritas ecológicas y otros productos locales.