El concejal socialista Peio López de Munain denunció ayer que la falta de personal impidió atender en verano a dos ancianos de la residencia Aurora a los que les dio un ictus y, por escasez de medios, el problema se derivó a sus familiares. El asunto, en cambio, no fue más allá de una mala gestión, según el gobierno de Maroto, ya que finalmente se envió personal de la residencia San Prudencio para que se les atendiera.