bilbao. El Consorcio ESS-Bilbao -participado al 50% por el Gobierno vasco y el Gobierno español- cesó la semana pasada al director científico de la fuente de neutrones, Javier Bermejo, e hizo efectiva la no renovación del director ejecutivo, Joan Bordas. Los próximos meses serán decisivos para conocer el futuro de un proyecto al que le crecen los problemas. Hernáez confirma el apoyo del Gobierno Vasco a este accidentado proyecto científico, pero condiciona su futuro a que el Gobierno español cumpla los compromisos adquiridos.

El Consejo Rector de ESS-Bilbao ha descabezado la fuente de neutrones. ¿Por qué se ha tomado esta decisión?

No creo que la palabra descabezar sea la más adecuada. El Consejo Rector lo que hizo fue informar y recoger en el acta de la reunión que al director ejecutivo, Joan Bordas, se le acabó el contrato el 31 de julio. Respecto al director científico de ESS-Bilbao, Javier Bermejo, el caso es que no tenía contrato con el Consorcio sino con el Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), por lo que se decidió prescindir de sus servicios.

Bermejo ha liderado proyecto desde que Bilbao optaba a acoger la fuente europea de neutrones que se construirá en Suecia (ESS-Lund) ¿Por qué 'prescinden' ahora de él?

Meses antes del Consejo Rector de la semana pasada, se propuso a Bermejo que se incorporarse a la estructura de ESS-Bilbao. Se dieron varias opciones para ello, pero él no las aceptó, con lo cual poco más podíamos hacer. Además, su labor al frente del proyecto científico nos generaba más de una duda, así como su implicación.

¿Y ahora qué pasará con la fuente de neutrones?

A la luz de estos y otros acontecimientos, el Consejo Rector ha decidido dejar la dirección de ESS-Bilbao en manos de una Comisión Ejecutiva de forma temporal, que está integrada por dos representantes del Gobierno español y dos del Gobierno Vasco.

El lehendakari Urkullu ha dicho que el descabezamiento de la fuente responde a la intención de "regularizar situaciones dentro de ESS-Bilbao". ¿Se han cometido irregularidades?

No, irregularidades no, aunque sí que existen situaciones anormales dentro del proyecto que tenemos que analizar y reconducir.

¿Barajan algún nombre para dirigir la fuente?

En estos momentos, lo que estamos haciendo en la Comisión Ejecutiva es analizar en qué situación estamos ahora y qué se ha hecho hasta el momento. Y en función de ello decidir qué hacer.

Como quien dice, ustedes acaban de llegar al Consorcio ESS-Bilbao. ¿Qué se han encontrado?

A nivel de gestión, nos hemos encontrado a una plantilla muy desmotivada, llevaba más de veinte meses desmotivada. He de decir que los grupos de investigación de la UPV/EHU hace meses que ya están desvinculados de ESS-Bilbao.

¿Por qué?

Porque el proyecto científico no estaba claro y cuando eso falla, evidentemente, su motivación también.

De hecho, ya se han marchado varios de los científicos.

Así es, algunos científicos han abandonado el proyecto, pero no ahora a raíz de las decisiones que ha tomado el Consejo Rector de ESS-Bilbao respecto a la dirección, sino mucho antes por la falta de perspectivas. Como digo, han abandonado el proyecto, que no el país, porque cuando se habla de fuga de cerebros no es así.

Hablemos del proyecto científico. ¿Es viable sin dirección científica?

En julio de 2012, el Comité Científico Asesor recomendó al Consorcio que se recondujera el proyecto. Nos hemos encontrado con que el proyecto científico surgido a raíz del acuerdo con la Fuente Europea de Neutrones por Espalación de Lund (Suecia) ha sufrido varios cambios y, a día de hoy, no tiene prácticamente nada que ver con lo que se planteó en un principio.

¿Quién es el responsable de los bandazos del proyecto?

Eso es lo que estamos intentando analizar estos días. Lo que queremos, evidentemente, es poner un poco de orden.

Poner un orden para ir hacia ...

Hacia un proyecto realista, un proyecto autónomo que se adapte a nuestras capacidades reales. Creo que el camino que se debe seguir es en la línea que siempre hemos defendido desde el PNV, una instalación científica de primer orden, hecho desde aquí, con presencia y proyección internacional, buscando la colaboración con el centro de Lund y el resto de aceleradores de partículas, pero que a su vez pueda generar un conocimiento que se quede aquí ayude a las empresas vascas. Y creo que el informe del Comité Científico Asesor abundaba en esa idea.

¿No se está trabajando en ese proyecto entonces?

Estamos analizando qué se está haciendo realmente.

Hablemos del problema de financiación. El Gobierno español acumula una deuda ya de 30 millones con el Consorcio ESS-Bilbao, ¿les han manifestado su intención de ponerse al día?

Es evidente que el Ministerio no ha aportado la cuota correspondiente a los ejercicios 2012 y 2013 y no está nada claro que lo vaya a hacer en 2014. La verdad es que ESS-Bilbao está dentro del gran puzzle internacional que es ESS-Lund. Hasta que todas las partes (Gobierno español, ESS-Lund y los 18 países socios) no adquieran el mismo grado de compromiso a la hora de financiar la fuente europea, ESS-Bilbao está en peligro. Y eso es lo que nos da miedo como Gobierno vasco. Hay muchos países como Francia, Reino Unido que no se plantean aportar su parte en la fuente europea hasta el 2016 o 2017 e, incluso Alemania, se está planteando no entrar.

Osea que si no hay dinero para Lund, ESS-Bilbao no saldrá adelante.

Como digo, ESS-Bilbao forma parte de un puzzle muy complejo, pero lo que tenemos claro es que la ronda no la va a pagar el Gobierno vasco. Tenemos que analizar muy bien cuáles son las intenciones de Suecia con el reino de España y ver qué papel juega ESS-Bilbao en ese triángulo y, en función de ello, decidir qué hacer.

Si España continúa incumpliendo sus compromisos económicos, ¿el Gobierno vasco estaría dispuesto a proponer la ruptura del Consorcio?

Existiría esa posibilidad sí.

Le hacía la pregunta porque antes de ser consejera, Arantza Tapia, a la luz de la falta de compromiso del Gobierno español con ESS-Bilbao desde 2011, propuso romper el consorcio con España, repensar el proyecto, redimensionarlo y tirar por libre con un proyecto científico acorde con las necesidades de nuestro entramado científico-tecnológico. ¿Contemplan esa posibilidad ahora?

Solo le puedo decir, que en estos momentos, estamos esperando cómo se resuelven las conversaciones que el Ministerio está manteniendo con Lund. Es de suponer que se van a plantear distintos escenarios de futuro, pero lo que está claro es que cada una de las partes debe cumplir los compromisos adquiridos porque, como he dicho antes, nosotros somos una parte muy pequeña del puzzle y, evidentemente, no vamos a cargar con todo el peso del proyecto.

¿Son conscientes de que les van a acusar de retirar su apoyo al proyecto?

Le reitero que Gobierno Vasco no tiene intención de romper la baraja, pero todos tenemos que jugar con las mismas cartas, porque nosotros no vamos a pagar todo cuando no está claro siquiera la financiación de Lund.

¿Asistimos a la muerte en directo de ESS-Bilbao?

Las bases del proyecto científico son muy buenas, otra cosa es cómo se materializará el proyecto a futuro.

Hablemos de responsabilidades. ¿Cómo le explicaría a la sociedad vasca que ya se han invertido 20 millones de euros en esta infraestructura científica y que es un solar vacío?

Eso no se lo tendría que explicar yo sino el que ha gobernado antes que nosotros. A lo largo de los últimos años siempre hemos tenido serias sospechas sobre la gestión de este proyecto capital para la I+D vasca y que se han confirmado cuando hemos llegado al Gobierno. Cuando hemos llegado no había un proyecto científico claro y definido, como lo demuestra el hecho de que el director ejecutivo del proyecto, Joan Bordas, quisiera abandonar el proyecto antes incluso de acabar su contrato. Eso se lo tendría que preguntar usted a la exconsejera de Educación, Isabel Celaá y al exconsejero Bernabé Unda ya que ellos estuvieron al frente del Consorcio ESS-Bilbao los últimos cuatro años.

Sin embargo el PSE-EE, ahora, le pide explicaciones a ustedes.

Desde el inicio hemos apoyado este proyecto, desde la oposición hemos hecho un seguimiento exhaustivo de lo que se estaba haciendo, siempre hemos defendido la continuidad de un proyecto científico en el que creemos. ¿Vamos a seguir defendiendo el proyecto? Evidentemente, pero si alguna de las partes (Lund y el Gobierno de España) no cumple con los compromisos adquiridos tendremos que ver cuáles son las posibilidades que hay para llevarlo adelante aunque tenga unas dimensiones menores a las planteadas inicialmente, porque el País Vasco es lo que es y la capacidad de financiación que tenemos es la que es.

En esa hipótesis que plantea, el Consorcio estaría disuelto.

La disolución del Consorcio con el Gobierno español puede ser una de las opciones que estén encima de la mesa en el momento en el que tengamos claras las expectativas de Lund para con el reino de España y, en consecuencia, para con el Gobierno vasco y ESS-Bilbao. Hasta que no se aclaren los resultados de las negociaciones que en estos momentos mantiene el Ministerio con Suecia para financiar Lund no puedo asegurar nada en ese sentido.

¿El Gobierno vasco ha dado al Gobierno español un plazo para poner fin a esta incertidumbre?

Sí, sí. Yo por el Gobierno anterior no puedo hablar, pero este Gobierno evidentemente le ha dicho al Ministerio claramente que no podemos seguir así mucho más porque lo que no puede ser es que en todo este puzzle el único que ponga su parte de la financiación sea el Gobierno Vasco.

Concluyo que antes de que presenten ustedes los Presupuestos del año 2014 se podrá conocer si ESS-Bilbao continúa o no.

Sí.

¿Cuál es el futuro de la plantilla?

Ya nos hemos puesto en contacto con los 53 científicos tras la reunión del Consejo Rector informándoles sobre las decisiones que se habían tomado y seguimos en contacto con el Comité de Empresa. Van a estar informados de que cualquier decisión que se vaya a tomar.