gasteiz. Otra de las consecuencias directas de la crisis ha sido el fuerte recorte que han sufrido las ayudas que reciben las distintas organizaciones que trabajan en el ámbito social. Una realidad en la que pone acento Rosabel Argote, portavoz de la Comisión de Ayuda al Refugiado (CEAR) en Álava, quien recuerda que la labor de estos colectivos en ocasiones no se pone suficientemente en valor. "A veces existe una falsa imagen de que mendigamos, de que dependemos de las ayudas, pero es que somos proveedores de servicios sociales que las instituciones no dan", advierte Argote. Según sus datos, la ONG a la que pertenece ha atendido desde el año 2009 a más de 350.000 personas en todo el Estado, a pesar de que las instituciones "han dejado de pagar muchas subvenciones prometidas". Un ejemplo de las crecientes dificultades que de un tiempo a esta parte sufren las personas refugiadas, inmigrantes y apátridas ha sido la reciente supresión del servicio de atención jurídica con el que contaban en Gasteiz.

Las dificultades económicas que están atravesando muchas ONG tuvieron su reflejo recientemente en un popular concurso televisivo, Atrapa un millón, donde representantes de CEAR hicieron acto de presencia para recaudar algo de dinero que permitiera hacer frente a un agujero que alcanza los 700.000 euros y que ha sido generado, precisamente, por deudas de la Administración. El colectivo al que pertenece Argote sólo pudo ganar 20.000 euros, aunque sí consiguió "visibilizar su situación".