Vitoria. "No soy un monstruo. Estoy enfermo. Creo que yo soy también una víctima", sostuvo Ariel Castro hace cinco semanas vestido con el típico mono naranja de los presidiarios y una prominente barba. Sin embargo, después de algo más de un mes tras ser condenado a cadena perpetua y de evitar la pena de muerte con su confesión, el secuestrador de mujeres de Cleveland Ariel Castro se suicidó ahorcándose en su celda en una prisión de Ohio. Castro, de 53 años, fue encontrado colgado en su celda a las 21:20 horas, informó Joellen Smith, portavoz de las autoridades penales de Ohio, en la noche del martes. Castro había sido condenado por retener contra su voluntad durante años a tres mujeres en su casa de Cleveland y abusar de ellas.

El personal de prisión intentó reanimarlo y lo trasladaron al hospital, contó Smith. Sin embargo, allí fue declarado muerto a las 22:52 horas (02:52 GMT). Castro estaba encerrado en una celda individual en la prisión de Orient, en Ohio, donde era vigilado cada treinta minutos.

El cuñado de Castro Juan Alicea dijo a la televisión CNN que la familia está indignada porque se enteró de la muerte a través de los medios de comunicación y solo después recibió una comunicación de la dirección de prisiones. Castro fue detenido a principios de mayo después de que una de las mujeres secuestradas escapara de su casa y diera aviso a la policía.

Otras dos mujeres fueron rescatadas junto a la hija que había tenido una de las secuestradas con su violador. El 1 de agosto, un tribunal condenó a Castro a cadena perpetua sin perspectivas de salida anticipada, acusado de numerosos delitos, entre ellos violación y privación de libertad. Castro se declaró culpable y así evitó la pena de muerte, vigente en el estado de Ohio. Durante el proceso, Castro se disculpó ante sus víctimas, que secuestró una tras otra y que mantuvo encerradas en algún caso más de un decenio y a las que sometió a maltrato y abusos sexuales. Castro dijo no haber actuado con mala intención y negó ser un nombre violento.

"ahora empieza tu infierno" El reconocimiento de la culpa permitió que sus víctimas no tuvieran que declarar ante el tribunal. Michelle Knight, una de las mujeres secuestradas, sin embargo, sí quiso ajustar cuentas con sus secuestrador y dijo entre lágrimas haber vivido once años en el infierno. "Ahora empieza tu infierno. Yo superaré todo lo ocurrido, pero tú tendrás que vivir para siempre tu infierno", le espetó.

El abogado de Ariel Castro afirmó ayer que investigará a fondo la muerte de su cliente. La familia de Castro "está devastada por la noticia", dijo el abogado Craig Weintraub al programa Today de la cadena NBC de televisión.

El abogado indicó que Castro había sido trasladado a la prisión hace unas dos semanas y sus familiares, desde entonces, lo visitaron un par de veces. Weintraub añadió que mucha gente celebrará la muerte de Castro, pero dijo que él "irá hasta el fondo" para determinar las circunstancias. "No vamos a dejar que las cosas queden así". dijo.

Las autoridades investigan las circunstancias de la muerte, toda vez que el reo estaba bajo vigilancia estrecha, aunque no contaba con protección frente al suicidio. Castro, de 53 años y origen puertorriqueño, recibió el 1 de agosto una condena a cadena perpetua sin derecho a libertad condicional por el cargo más grave al que se enfrentaba, el de homicidio agravado, por golpear a una de las mujeres durante el cautiverio hasta causarle un aborto.