vitoria. Poco más de una semana ha pasado desde que la Diputación de Álava, vía decreto, anunciara su negativa a recoger los perros abandonados. Desde entonces, las críticas a esta decisión no cesan. Un goteo de denuncias de grupos animalistas, ecologistas y ayuntamientos alaveses en contra de la decisión del Gabinete de Javier de Andrés. Y es que todos ellos ven en esta medida un rotundo paso atrás puesto que si la entidad foral dice no poder costear los gastos de la recogida de canes, mucho menos van a poder los municipios, con presupuestos muy inferiores.

Andrés Illana, portavoz de Ekologistak Martxan Araba, cree que la Diputación se ha pasado con la nueva medida. En ella se recogen las nuevas pautas que deben acatar los ayuntamientos alaveses respecto a los perros abandonados. A partir de ahora deberán pagar los costes de recogida, gasto del que hasta el momento se encargaba la propia institución foral alavesa. El portavoz de Ekologistak Martxan cree que deberían dar un plazo a los pueblos para microchipar a todos los animales del municipio y no adoptar una decisión tan radical y repentina. "El nuevo decreto tiene demasiados cabos sueltos", afirma el ecologista. A su entender, la Diputación no se ha parado a pensar, por ejemplo, qué ocurrirá con los animales muertos en las carreteras o la suelta de gatos en zonas rurales, entre otras consideraciones. Por eso Illana considera que primero habría que colocar microchips a los animales, ya que fuera de Vitoria, más del 90% de los perros no cuenta con la oportuna identificación de su dueño. "Esto ayudaría a disminuir el gasto de recogida, "que correría a cargo del propietario, al igual que todos los daños que pudiera haber causado".

se beneficia vitoria El único beneficiado de la polémica es, para Illana, el Ayuntamiento de Vitoria. "Los pueblos no podrán acarrear con el coste de la recogida de perros abandonados y se verán obligados a transportarlos al centro de protección de animales de Armentia, propiedad del Ayuntamiento, que se beneficiará de estos ingresos, al no existir otro centro en Álava". Al final, surgirán personas que acojan los animales voluntariamente, pero "esto no es una solución", apunta. Según sus datos, al año suelen recogerse unos 500 perros, por lo que habilitar un centro en cada pueblo sí que sería costoso.

Además, si de ahorrar gastos a la Diputación se trata, Illana ve desorbitado que se destinen 300.000 euros para quitar de las vías o del campo animales muertos de ganaderías, cuando de esto se tendrían que ocupar sus ganaderos, y luego eliminen una partida inferior, de 100.000 euros que es la cuantía que hasta el momento se destinaba a la recogida de perros. En cuanto a lo que a partir de ahora pueda ocurrir, el portavoz de Ekologistak Martxan teme que afloren más casos como el de Labastida, donde varios vecinos han denunciado la situación que sufren varios animales al ser "maltratados" por su dueño sin que ninguna autoridad haga nada al respecto. Considera Illana que el nuevo decreto de la Diputación abre la puerta a que muchos otros animales se abandonen en otros pueblos para ahorrarse el coste de la recogida. "U otras cosas peores...", añade.

El portavoz ecologista se suma así a la preocupación ya latente en los ayuntamientos del territorio a sabiendas de que al no poder recoger a los animales por sus propios medios tendrán que ceder este servicio a la Diputación y pagar por él.