vitoria. La clásica imagen agosteña de la Casa Consistorial de Vitoria, con pasillos despejados de políticos y periodistas, ya pasó. Todos los grupos regresan mañana en bloque a sus despachos, dispuestos a sacar de los cajones los temas que dejaron marcados como pendientes antes del inicio de las vacaciones. La agenda municipal también comienza a tomar forma. Este miércoles habrá mesa de contratación, para el viernes está convocada la primera junta de Gobierno tras la vuelta al cole y un día de esta semana, todavía no se sabe cuándo, el alcalde gasteiztarra ofrecerá una rueda de prensa en la que presentará las principales líneas de actuación de su equipo en el nuevo curso 2013-2014, el estado de los proyectos que están en marcha, sus prioridades, retos y compromisos.

En todas las formaciones políticas, varios concejales han ido entrando y saliendo del Ayuntamiento durante el mes de agosto, alternándose en sus puestos a modo de farmacia de guardia. Siempre ha habido uno o dos por grupo cada semana. Del PP, los políticos rotatorios han sido los tenientes de alcalde Miguel Garnica, Idoia Garmendia y Ainhoa Domaica, así como Encina Serrano y Alfredo Iturricha. Según explican desde el gabinete de comunicación del equipo de gobierno, sus funciones básicas esos días han sido "firmar expedientes, porque hay técnicos que dejan documentos pendientes y otros que continúan trabajando, y hacer cortes de voz para las notas de prensa". Además, por si acaso, que siempre puede suceder algo, es preciso contar con representación dentro de la sede municipal de la Plaza Nueva.

A la espera de las declaraciones que haga el primer edil esta semana, los partidos de la oposición ya han dejado claro cuáles son sus prioridades con el inicio del nuevo curso político. Y una de ellas promete un septiembre revuelto. Todos coinciden en la necesidad perentoria de crear una comisión de investigación por el caso del alquiler de las oficinas de San Antonio en el mandato de Alfonso Alonso, cuando Javier Maroto era el concejal de Hacienda. La exigieron el pasado 3 de agosto, un día después de que el alcalde tratara de convencerles en una comisión extraordinaria sobre la adecuación legal del contrato de arrendamiento de la lonja de Gonzalo Antón, el más oneroso de cuantos tiene firmados el Ayuntamiento y con una cláusula de rescisión especialmente gravosa. El mandatario del PP explicó que este acuerdo blindado por veinte años se hizo así para que las cuotas fueran más llevaderas, pues en éstas se incluía el importe de las obras de acondicionamiento del local, que ejecutaba el hostelero y pagaba el Consistorio. Sin embargo, en el propio contrato se especifica que esos trabajos se iban a abonar en cinco años, por lo que los recelos del PNV, PSE y Bildu no han hecho más que aumentar.

La sospecha de un trato de favor planeará en el comienzo de este nuevo curso, que como todos los años viene acompañado de la necesidad de empezar a abordar el debate de ingresos y de gastos. En su calidad de socio presupuestario del Gabinete Maroto, el PNV destaca como primera asignatura del final del verano la confección un calendario para ir abordando las próximas ordenanzas fiscales y Cuentas municipales. "Es un asunto que estaba en la agenda antes de irnos de las vacaciones y que hay que encarar", explica el concejal nacionalista Álvaro Iturritxa. Él es el único de su grupo político que mañana, en vez de incorporarse a la actividad consistorial, se marchará de vacaciones. "Me ha tocado estar aquí durante todo el mes de agosto", confiesa, "aunque no haya habido mucho que hacer".

Una clave: empleo Los concejales del PSE regresan al trajín municipal con la misma palabra en la boca, la misma exigencia, que hace un mes. "Empleo, empleo y empleo, ésa es la prioridad", sostienen. La formación socialista ha sido muy crítica con la gestión del Gabinete Maroto en esta materia o, más bien, "por su falta". "El PP no está haciendo lo que acordó. Prometió crear 9.000 puestos de trabajo, y no se han puesto en marcha proyectos como el de Betoño o Jundiz ni se ha alcanzado la cifra anunciada en obra pública. Y, mientras tanto, hay 5.000 parados más que hace dos años", advierte. Los números obligan a centrar la atención en la generación de actividad económica de aquí a final de legislatura "en vez de continuar vendiendo humo". El equipo de Patxi Lazcoz confía en lograr apoyos para desarrollar los veinte puntos que presentó durante el último debate del estado de la ciudad. El escenario perfecto sería la ponencia de empleo, algo atrancada hasta ahora. A la vez, ante la desfavorable situación de más y más familias vitorianas, esta formación trabajará para que "no haya recortes en materia social y que los colectivos especialmente castigados por la crisis sean respaldados desde la institución municipal".

La cruzada por la mejora de la situación socieconómica de Vitoria es también una prioridad para EH Bildu Gasteiz. La coalición abertzale vuelve este lunes con todo su arsenal, dispuesto a que el Ayuntamiento le saque el jugo "a la ponencia de empleo" y a que el Gabinete Maroto no se vaya de rositas por el caso de las oficinas de San Antonio. Para entonces el motor estará lo suficientemente caliente como para empezar a "abordar el debate de ingresos y gastos" y volver a sumergirse "en el futuro Plan General de Ordenación Urbana". Además, el grupo tiene ya la vista puesta en la asignatura pendiente del Gasteiz Antzokia, proyecto acordado con el PP después de que este grupo apoyara el traslado de la estación de autobuses a Euskaltzaindia. Tras idas y venidas para encontrar una ubicación adecuada a esta casa del euskera, el Consistorio se decidió por levantar una planta más en Montehermoso y colocar allí el centro. Luego se anunció que la obra requería unos permisos especiales y que el Ejecutivo Maroto había empezado a tramitarlos, pero desde la primavera poco más se ha sabido.