Vitoria. Nuestra Green Capital se ha inspirado en las grandes urbes ciclables de Europa para organizar la circulación en bicicleta. Y de entre todos los grandes avances allí implantados ha escogido o desechado, según consideraba oportuno. El pedaleo quedará vetado en casi todas las aceras, como ya sucede en Amsterdam o Copenhague. Pero, a diferencia de diversas localidades francesas, belgas, alemanas o suecas, en la carretera los ciclistas tendrán que seguir sometiéndose al semáforo rojo so pena de multa, como si fueran un vehículo motorizado. A poco más de un mes de la aprobación definitiva de la nueva ordenanza, la sensación general de quienes usan la bici es que el Ayuntamiento gasteiztarra ha impuesto las medidas restrictivas sobre las liberadoras, la prohibición sobre la conciliación, en un cierto desequilibrio que amenaza con restar atractivo a este pujante medio de transporte en un momento clave para impulsar la locomoción green.
Bizikleteroak considera que la futura normativa municipal "será buena" para la bici, aunque admite que podría haberse ambicionado más. La flexibilidad en los semáforos es una reivindicación que la asociación de ciclistas urbanos de Vitoria llevaba tiempo planteando, pero los técnicos del Consistorio consideraron que era mejor dejar la medida fuera del texto y estudiarla más adelante. "Nosotros vamos a seguir insistiendo", sostiene uno de sus portavoces, Pablo Solano. Su propuesta es doble. La primera, que en las zonas 30 se eliminen los discos. A cambio, habría pasos de cebra para dar prioridad al peatón, de forma que ganarían en fluidez tanto las bicicletas como los coches sin afectar a la seguridad del viandante. "No tiene sentido que en estas calles un ciclista tenga que frenar en un semáforo", apostillan desde el colectivo. Es una propuesta que el Ayuntamiento ha desechado ahora, tal vez por drástica, pero baraja aplicarla "a medio largo plazo", una vez que los distintos medios de transporte hayan aprendido a convivir en las arterias de tráfico calmado.
La otra iniciativa es ya una realidad en media Europa. En el último lustro, ciudades de Francia, Bélgica, Alemania y Suiza han suprimido la exigencia de parar ante semáforos rojos para las bicicletas en buena parte de calles y cruces. En contra de lo que se pueda pensar, está demostrado por expertos en seguridad vial que esta medida reduce los accidentes y favorece el tránsito ciclista. París fue una de los últimos núcleos urbanos con cultura velocípeda en probarla, a principios de 2012. Y lo hizo después de una feroz campaña de tres años impulsada por las asociaciones francesas de ciclistas, que pedían no ser considerados como los coches y poder saltarse los discos en pos de una mayor fluidez en la circulación. Desde entonces, no ha habido cabida para el arrepentimiento y sí para lanzarse a una ampliación de la regla a más zonas de la capital.
El paso del tiempo ha demostrado que la decisión más sensata para la seguridad vial es hacer caso al instinto de protección. Y eso es lo que desea Bizikleteroak para Vitoria. Como sucede en otros lugares, el colectivo propone sustituir los semáforos por cedas para los ciclistas, de forma que éstos puedan girar o continuar hacia delante cuando las luces se pongan rojas concediendo primero el paso al peatón si lo hubiera. La implantación de la medida "debería ir acompañada de una campaña de información, formación y vigilancia, del mismo modo que la ha habido para circular por las zonas 30", subraya Solano. La bici pide paso para consolidar su presencia en Gasteiz y sólo podrá conseguirlo a través de una regulación que equilibre las prohibiciones con las facilidades para circular sobre dos ruedas. Por eso, aunque este asunto también haya quedado fuera de la confección de la nueva ordenanza, el colectivo txirrindulari avisa de que "no quedará guardada en un cajón".