Bilbao. La fuente de neutrones por espalación, que desde 2009 se proyecta en el Parque Científico de la Universidad del País Vasco (UPV/EHU), y que a día de hoy continúa siendo un solar vacío, se ha quedado completamente descabezado. Ayer, la comisión ejecutiva del Consorcio ESS-Bilbao -participado al 50% entre el Gobierno español y el Gobierno vasco- decidió cesar en sus cargos al director ejecutivo de esta infraestructura, Joan Bordás, así como a su director científico y auténtica masa gris del proyecto, Javier Bermejo. El abandono de Bordas ya era conocido. Y el trámite de ayer no era más que la certificación del punto y final a los dos meses de prórroga de su contrato. El exdirector del sincotrón ALBA (Barcelona) había trasladado al Gobierno Vasco su decisión de no renovar en mayo el contrato que le vinculaba a la fuente de espalación desde diciembre de 2011.
Lo que no aparecía en el orden del día, aunque sí en muchas de las quinielas que rodean este accidentado proyecto científico era la destitución fulminante del cerebro de ESS-Bilbao desde la fase de candidatura de la capital vizcaína para albergar la Fuente Europea de Neutrones por Espalación (ESS), que finalmente se construirá en la ciudad sueca de Lund. Por el momento, no han transcendido las causas oficiales del cese de Bermejo.
Solo que la comisión ejecutiva del consorcio será la que a partir de ahora asuma las funciones directivas mientras se decide reorientar un proyecto al que desde hace casi una década nunca le han abandonado los problemas, desde la financiación por parte del Gobierno español (adeuda 30 millones de euros), a su diseño, pasando por su papel dentro de ESS-Lund, liderazgos fallidos, guerras internas por el control, acusaciones de corrupción incluidas. Según fuentes consultadas, y aún y todo, "el proyecto sigue adelante" pero a día de hoy no se sabe hacia dónde se dirigirá o qué vinculación con la Fuente Europea de Neutrones por Espalación, cuya financiación también pende de un hilo. Ni siquiera se sabe si el consorcio creado por España y Euskadi podrá soportar la que, sin duda, es la mayor crisis a la que ha tenido que hacer frente ESS-Bilbao.
La fuente pasa de una fase de parálisis crónica a otra de especulación total. Nadie sabe a ciencia cierta cuál será el destino de la que se proyectaba como una gran infraestructura, clave dentro del entramado científico-tecnológico de Euskadi, y en la que ya se han invertido 20 millones de euros. Hoy se comunicará a los cerca de 50 científicos que trabajan para ESS-Bilbao la nueva situación sin Bordás ni Bermejo ya al frente.
El único que ayer quiso hacer alguna valoración de lo ocurrido fue el propio Javier Bermejo, quien reconoció que no se esperaba que el cese le fuera a llegar ayer. Según manifestó a este periódico, la comisión ejecutiva del consorcio no le ofreció ninguna explicación sobre su destitución. No obstante, dijo sentirse "aliviado" con su salida del proyecto ya que sus fricciones con la parte del Ministerio alcanzaron su punto álgido el pasado verano, cuando la secretaria de Estado de I+D, Carmen Vela, "ignoró por completo" el informe de la comisión de expertos que avalaba la viabilidad del proyecto científico, que respondía al de una infraestructura autónoma independiente de Lund. En realidad, apuntó, "he estado aguantando estos meses". En opinión del ya exdirector científico de ESS-Bilbao, la fuente de neutrones no va a seguir adelante.