noche oscura y fresca, luna llena y ambiente de miedo entre los asistentes que como en las anteriores ediciones llenaron en la noche de este pasado sábado la campa del molino viejo de Domaikia. El trabajo que durante varios meses ha llevado a cabo el grupo organizador del evento se ha visto recompensado.
Varios cientos de personas participaron en el montaje que sirvió para dar caza a la Piztia de Iruratxi, que lamentablemente ha vuelto a escapar a su morada del monte donde nuevamente el próximo año habrá que ir a buscarla para intentar atraparla de nuevo. Mientras tanto, el resto del año la población de Domaikia y sus alrededores seguirán su rutina diaria, pero muy preocupados porque la Piztia vuelva otra vez a sembrar el terror en sus hogares.
Con la este año, la representación de la caza de la Piztia ha cumplido nueve ediciones de esfuerzos para dar a conocer a todas las personas del valle y a otras venidas de fuera una leyenda que durante muchos años ha corrido de boca en boca entre los habitantes de Domaikia, considerando a la Piztia la culpable de todos los males que ocurrían en la localidad, desde la desaparición de ganado a la de niños.
Un nutrido grupo de txistularis acompañó con su música toda la jornada a más de un centenar de dantzaris en la interpretación de la leyenda. Se intercaló como viene siendo habitual desde el primer festival un relato ocurrido en la zona, hasta ahora siempre habían sido leyendas como Anxo, la vieja del Monte o la pastorcilla de Aranekoarri, pero en esta ocasion el grupo de teatro de Zuia puso en escena una realidad ocurrida en la zona hace mas de cien años. El paso de Juan Diaz de Garayo, Sacamantecas, por Zuia y más concretamente por Aiurdin, donde dio muerte con saña a una joven de 25 años de Zaitegi.
La escena puso los pelos de punta a más de una persona y no solamente a los mas jóvenes si no a mucha gente mayor.
Así que terminada la caza y la fuga de la Piztia, todos los participantes y los espectadores disfrutaron de unas vistosas kalejiras, del bocata y de un envidiable ambiente que seguro a mas de uno se le hizo hecho corto. Ahora queda desmontar todo y guardarlo bien para el próximo año, cuando haya que volver a dar caza a la Piztia.