El botón de Napoleón

En un comunicado, la Universidad vasca recuerda que la existencia de un castillo en Labastida es conocida a través de un importante documento medieval del año 1370 en la que el rey Enrique II de Castilla concedió a Diego Gómez Sarmiento, el primer conde de Salinas, el señorío de la villa de Labastida con su castillo. No obstante, los investigadores creen que es posible que la fortificación fuese más antigua, puesto que a los pies de la colina del castillo se ubica la ermita del Santo Cristo de Labastida, que fue la primera parroquia de la villa, y se fundó en la Alta Edad Media. A finales del siglo XVIII se conservaban restos de algunos baluartes o torreones, aunque ya en un estado de ruina avanzada, tal y como recuerda el historiador alavés J.J. Landazuri. En el marco del estudio de los castillos y los primeros poblados medievales del País Vasco, en el año 2012 la UPV llevó a cabo un primer estudio del yacimiento que permitió verificar la existencia de restos de murallas en las laderas y de estructuras en la cima de la colina.

La excavación, realizada entre mediados del mes de julio y mediados de agosto, ha permitido identificar la existencia de un recinto de cronología medieval correspondiente al castillo. No obstante, la destrucción reciente de una parte significativa del yacimiento no ha permitido que fuese posible estudiar sus características y morfología.

Asimismo, los investigadores destacan que son mucho más relevantes los hallazgos relativos a la última fase de ocupación del castillo, fechable en el siglo XIX. En la excavación ha sido posible reconocer un importante recinto militar que dominaba todo el valle del Ebro. Según las investigaciones, la construcción, que ha sido desmantelada parcialmente con posterioridad, ha estado en uso en varias de las confrontaciones militares que han tenido lugar en la villa a lo largo del siglo XIX.

batalla de vitoria Por otro lado, el hallazgo de un botón del período napoleónico permite sugerir que el castillo ya pudo haber sido reocupado durante el período de la Batalla de Vitoria, aunque la primera mención documental hallada hasta el momento es del año 1838. Asimismo, los investigadores afirman que el recinto militar estuvo en uso durante la primera y la tercera guerra carlista, puesto que son varios los materiales recuperados pertenecientes a este período que incluyen monedas, munición y uniformes datables en este período. Por lo tanto, este hallazgo forma parte de otros recientes realizados en varios sectores de Álava que permiten arrojar luz sobre los conflictos que tuvieron lugar en este territorio. Además, se han hallado numerosos materiales bioarqueológicos, restos de alimentación, restos botánicos, que permitirán analizar el estilo y las condiciones de vida de los militares que dominaron el recinto a lo largo de las distintas contiendas en las que estuvieron implicados los habitantes de la Rioja Alavesa.

desde el próximo 30 de septiembre, la calidad del agua que sale de los grifos de los hogares amurrioarras no será competencia municipal, propiamente dicha. Y es que el Ayuntamiento ha acordado dejar en manos del Consorcio de Aguas de Ayala, Kantauriko Urkidetza, la gestión, mantenimiento y explotación de la red municipal de abastecimiento, suministro y saneamiento de agua potable. Esta encomienda de gestión, la primera en materia de agua potable que se firma en el Valle de Ayala, contó con los votos favorables de PNV, Bildu y PSE, mientras que el PP se posicionó en contra al entender que "el servicio más eficiente es el más cercano", y por las dudas respecto a las inversiones en mejoras de la red que tendrá que abordar el Consistorio, así como al precio del recibo que va a tener que abonar el contribuyente, "que se va a disparar", aseguró su portavoz, Montserrat Canive.

En un momento en que los municipios tienden a privatizar muchos de sus servicios, Amurrio realiza una apuesta clara por la gestión pública de este servicio. Una política bien diferente a la que defiende, por ejemplo, el gobierno municipal de Gasteiz. A pesar de que ahora es la sociedad pública Amvisa la responsable, el alcalde, Javier Maroto, tiene en mente privatizar el agua de Vitoria. No es el caso de Amurrio. Juanjo Yarritu, concejal de Bildu y presidente en funciones del Consorcio de Aguas de Ayala, apuntó que "el precio del agua subirá sí o sí, al menos un 50%, cuando se empiece a cumplir la normativa europea que obliga a que todos los gastos derivados del servicio de agua potable repercutan en la tarifa, cedamos o no la gestión del agua". Pero aseguró, además, que en este asunto "lo que buscamos es conseguir el mejor servicio al mejor precio", al igual que otro aspecto importante como es que "la gestión de agua potable sea siempre pública y no dejar ningún resquicio para que en algún momento sea privatizada", subrayó.

Pioneros Con todo, el convenio tiene una vigencia de un año, plazo que servirá para evaluar el resultado y, en caso de no resultar satisfactorio, "no seguiremos adelante", manifestó la alcaldesa, Josune Irabien, quien también insistió en que "la titularidad del servicio siempre va a ser nuestra y que nuestra integración se realizará de manera paulatina". Tanto es así que durante este primer año las gestiones se van a centrar en definir la estructura organizativa del sistema y, a partir de ahí, se entraría en una segunda fase en la que habría que "analizar el plan de reposición y financiación que nos corresponde", puntualizó. Llegados a este punto, Amurrio aún tendrá la posibilidad de dar marcha atrás, si las condiciones no convencen o no le interesan.

Por su parte, el portavoz del PSE-EE, Roberto González, en consonancia con la postura general del partido socialista de defender los servicios mancomunados, votó a favor del acuerdo, aunque haciendo especial hincapié en que "vamos a ser el Ayuntamiento pionero en este tema y habrá que comprobar si es eficiente económicamente y esperar también a ver si el resto de consistorios deciden ceder al Consorcio su red de baja". De hecho, el Consorcio de Aguas de Ayala lleva gestionando desde su creación en 1999 toda la red en alta del agua, es decir, aquella que se capta en los pantanos de Maroño y Artziniega y demás manantiales del valle, vigilando su tratamiento y transporte hasta los depósitos de cada localidad. A partir de ahí, es cada ayuntamiento el que gestiona las depuradoras y las redes de abastecimiento que recorren las calles hasta los grifos de cada hogar.

Sin embargo, desde hace algo más de un año, la entidad está analizando con los ayuntamientos de la comarca la posibilidad de asumir el ciclo integral del agua. De momento, Amurrio, Ayala, Artziniega y Llodio han ido recibiendo desde primeros de abril el proyecto para que el Consorcio pueda hacerse cargo de una labor que englobaría el mantenimiento de la red, la lectura de contadores, la gestión tributaria y de abonados, así como el control de calidad del agua de consumo público y de los vertidos a red municipal o del concejo, además de la información, seguimiento, control, vigilancia y supervisión técnica, económica, jurídica y administrativa de todos estos servicios. Esta iniciativa supondría un alivio para algunos ayuntamientos y concejos de pequeño tamaño que hasta ahora debían asumir una responsabilidad para la que carecen de medios humanos y técnicos con los que garantizar la calidad del servicio. Amurrio ha sido el primer ayuntamiento de toda la comarca que ha dado un paso firme a favor de este ambicioso proyecto. Habrá que saber qué ocurre con el resto.