jugatx, la pequeña de Villabuena de Álava que necesitaba un andador que la permitiera una mejor calidad de vida, ya tiene su aparato. Un logro que ha sido posible gracias a la recogida solidaria de nada más y nada menos que 35 toneladas de tapones de plástico. El mérito de tan importante éxito le corresponde a la madre, Iratxe Díaz de Guereñu, que reconoce que no sabe calcular cuántos camiones de tapones "supone todo eso". "Nosotros tenemos en el pueblo una lonja y un camión de empresa y cuando llenábamos seis, siete sacas, que cada una son 80-90 kilos, hacíamos viaje a Vitoria", explica.
Eso sí, esta mujer deja bien claro que si han logrado el andador ha sido gracias a que "hemos tenido mucha ayuda". "Se colapsó el garbigune de Oion y nos ayudaron una empresa que nos trajo sacas, un vecino deLaguardia con su camión y otras personas. Además, el Ayuntamiento de Erandio nos envió una carga con un camión y desde Llodio el camión de Ostatu ha hecho muchos viajes. Descargaba el vino y volvía con tapones", recuerda, emocionada.
Además, tanto el tesón de Iratxe como la simpatía que despertaba Jugatx han espoleado a muchas personas a realizar el acto solidario de no tirar a la basura los tapones, sino reservarlos para esta causa. Un gesto simple, que no cuesta esfuerzo, pero que se ha traducido un avance importantísimo para esta pequeña de Villabuena de Álava. Jugatx fue prematura, sietemesina, a causa de un desprendimiento de placenta de la madre, y se quedó sin oxigeno. Por esa razón tiene una lesión cerebral, daño que se trata de paliar con el esfuerzo de la familia por integrarla en el colegio y en el pueblo. También es una importante contribución para el día a día de la niña su hermano pequeño, de tres años, que le da cariño y comparte juegos con ella. Iratxe recuerda cómo empezó este reto. "Viendo antecedentes de gente que ya había comenzado la recogida de tapones y hablando con la familia, les dije que por qué no lo hacíamos nosotros. Osakidetza te puede ayudar algo en estas situaciones, pero no te pagan el cien por cien y en casa solo trabaja uno", narra la madre.
Además, con los tiempos que corren la situación ha empeorado en cuanto a ayudas. La ley de Dependencia ha sufrido un significativo tijeretazo, ya que, según cuenta esta mujer, "nosotros cobrábamos el cien por cien de la ley, lo máximo, 520 euros, pero nos han quitado entre 50 y 60 euros al mes". Además, dada la situación familiar, Iratxe no puede trabajar. "Quizá podría hacerlo ahora, porque Jugatx lleva una racha larga de no ponerse mala, pero cuando se pone mala hay que ir al hospital?". Y entonces no hay tiempo para otra cosa que no sea atenderla.
Con ese panorama, Iratxe y los suyos decidieron comenzar "la movida ésta". "En Navidades nos preguntamos ¿qué, empezamos?, pero no sabíamos que iba a ser tan impresionante. Hay mucha gente detrás. Es a quienes agradecemos de corazón todo esto, a esa gente anónima, de Vitoria, de Bilbao, de Logroño, de Pamplona, de muchísimos pueblos", señala, tremendamente agradecida, esta alavesa.
Con su andador, Jugatx "andar no puede andar, pero podrá ponerse de pie, ver la vida desde otro punto de vista, a su altura". "Para su cuerpo, para sus músculos y para todo le va a venir bien. Da pequeños pasos y le permite relacionarse mejor. En Elciego, que es donde ha empezado en la escuela este año, porque hasta ahora iba y venía a Vitoria, el salir al patio, en vez de en una silla con un andador, para los crios fue emocionante. En Elciego, además, se han involucrado mucho y los críos la han aceptado muy bien", sigue relatando la madre.
La felicidad se trasluce en el rostro de Jugatx a través de una sonrisa, aunque en realidad "siempre ha sido así". Pese a las dificultades, "ella es muy feliz", comenta la madre. Y eso ayuda a la familia. "A nosotros también nos da mucha alegría y con su hermano no para de jugar, se llevan muy bien?", apunta. Otra cuestión es cuando toca plantearse el futuro. "Futuro no hay. Esto es el día a día. Estos niños lo que te enseñan es a vivir el día a día. No puedes pensar en mañana, en qué voy a hacer. Te cambian la vida hasta en esto", reconoce Iratxe.