madrid. Los resultados de una nueva investigación sugieren que el aumento de los impuestos del tabaco están asociados con una modesta reducción del consumo de alcohol entre los grupos considerados vulnerables, entre los que se encuentran los bebedores de riesgo, adultos jóvenes fumadores y fumadores en la categoría de ingresos más bajos.
Los impuestos sobre los cigarrillos han sido reconocidos como uno de los instrumentos de política más importantes para reducir el tabaquismo. Teniendo en cuenta que fumar y beber a menudo se presentan juntos, esta investigación ha examinado la fiscalidad del tabaco y ha deducir que subir estos impuestos está asociado con una reducción modesta en el consumo de alcohol entre los grupos vulnerables.
"Fumar y beber en exceso se da conjuntamente en tasas alarmantemente altas", dijo Sherry McKee, profesor asociado de Psiquiatría en la Escuela de Medicina de Yale y autor de este estudio, cuyos resultados publicará en la edición de enero la revista Alcoholism: Clinical & Experimental Research. "El tabaco puede aumentar los efectos subjetivos del alcohol y se ha demostrado que incrementa el riesgo de consumo excesivo y problemático. Los fumadores beben con más frecuencia y en mayor medida que los no fumadores y son mucho más propensos que los no fumadores a cumplir con los criterios para abusar del alcohol o tener dependencia. La concurrencia de fumar y beber es de particular importancia clínica dada la evidencia de que las consecuencias para la salud aumentan exponencialmente con el abuso combinado frente al singular de alcohol y tabaco", argumentó.
"Fumar y beber están estrechamente vinculados por una serie de razones, entre ellas los efectos farmacológicos complementarios, vías neuronales compartidas, asociaciones genéticas compartidas, factores ambientales comunes y asociaciones aprendidas", agregó Christopher W. Kahler, profesor y presidente del Departamento de Ciencias Sociales y del Comportamiento en la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Brown (Estados Unidos).
los efectos "Los impuestos a los cigarrillos tienen un gran alcance en la población y han sido reconocidos como uno de los instrumentos de política más importantes para reducir el tabaquismo -afirma McKee-. Con el aumento de los impuestos del tabaco se prevén disminuciones en el inicio del tabaquismo, un incremento en el número de personas que dejan de fumar y una reducción de la morbilidad y mortalidad relacionadas con los cigarrillos".
McKee y sus colegas examinaron los datos recogidos a través de entrevistas personales a 21.473 consumidores de alcohol como parte de la Encuesta Epidemiológica Nacional sobre Alcohol y Condiciones Relacionadas. Los análisis sobre los que se sustenta el informe fueron realizados por género, estado, consumo de riesgo, edad y nivel de ingresos y se ajustaron además por datos demográficos, tipo de consumo y precio del alcohol.
"Los resultados sugieren que el aumento de impuestos a los cigarrillos se asoció con una reducción en el consumo de alcohol a través del tiempo entre los hombres fumadores. Los efectos protectores fueron más pronunciados entre los subgrupos que están en mayor riesgo de efectos adversos relacionados con el alcohol, incluyendo grandes bebedores varones, adultos jóvenes y aquellos con los ingresos más bajos", destaca el autor.
"Estos hallazgos sugieren que si los estados aumentaran los impuestos sobre los cigarrillos, no sólo reducirían el tabaquismo, sino que también podrían tener un impacto modesto en las tasas de consumo excesivo de alcohol, concluyó Kahler.