El presidente de Renfe, Julio Gómez-Pomar, aseguró ayer que el maquinista del tren accidentado había superado con "resultado correcto" todas las inspecciones que la operadora suele realizar a su personal de conducción. Dos de estas inspecciones tuvieron lugar días antes del siniestro, una de ellas el 1 de julio y otra el 21 de julio. Asimismo, Gómez-Pomar garantizó que el conductor contaba con la formación adecuada para la conducción de ese tipo de tren y por ese tipo de infraestructura. En concreto, obtuvo en febrero de 2012 la habilitación para operar por la línea Ourense-Santiago y en noviembre de ese año para conducir los trenes que cubren este trayecto. En cuanto a los trenes, el presidente de Renfe reconoció que en la mañana de la jornada del accidente el tren siniestrado fue objeto de una revisión en la que, entre otras dotaciones, se comprobaron los frenos y los sistemas de seguridad y comunicaciones. El presidente de Renfe también informó de que la compañía ferroviaria sufragará la defensa del maquinista. Se trata de una opción que recoge el convenio colectivo de Renfe.