vitoria. A partir de 2014 el sector remolachero estatal dejará de percibir diferentes ayudas, que son las que le permiten su subsistencia. Por esa razón, la UAGA (Unión Agroganadera de Álava) está promoviendo en la zona norte un frente para la defensa de la remolacha con agricultores que realizan sus entregas en la fábrica de Miranda de Ebro. En ese sentido, quiere iniciar acciones de presión, con el objetivo de buscar soluciones que permitan mantener el sector más allá de la próxima campaña.

Con la última reforma de la Organización Común de Mercado (OCM) del Azúcar en 2006 el precio de la remolacha pasó de 48 euros por tonelada a las actuales 26, lo que supuso una reducción casi del 50%. Para asegurar la pervivencia del sector se pusieron en marcha una serie de medidas institucionales que mejoraron el precio para hacer el cultivo mínimamente rentable para los productores.

A partir de 2014 el futuro, sin embargo, es incierto. Con el precio actual, sin ayudas, la remolacha estará por debajo de los costes de producción, con lo que el desmantelamiento del sector es seguro. En esta situación, UAGA reclama que la industria pague un precio digno por la remolacha. El sector tiene claro que es la industria quien debe mantener la rentabilidad del cultivo, puesto que las ganancias se quedan en la empresa privada. De hecho, mientras actualmente el precio de la remolacha es el más bajo de la historia, el precio del azúcar en los dos últimos años ha llegado en ocasiones a niveles de récord.

Desaparición de explotaciones Las organizaciones firmantes, además, advierten de que si la situación no cambia, el sector remolachero estará en grave riesgo de desaparición. Este cultivo ha permitido mantener el tejido social de muchos pueblos durante años, sobre todo, en determinadas comarcas alavesas en las que el campo sigue siendo el sustento principal de muchos hogares. No en vano, la remolacha es un cultivo rentable y medianamente seguro. Ya con la última OCM el número de explotaciones remolacheras se redujo notablemente en el conjunto del Estado. Sólo en Álava y en el enclave compuesto por los municipios de Trebiño, en los últimos 12 años, han desaparecido la mitad de las explotaciones que se dedicaban a este cultivo. Por todo ello, no se descartan movilizaciones antes del inicio de la nueva campaña remolachera.