vitoria. Los pasos de cebra de los carriles 30 que pueblan el centro de Vitoria eran amarillos. Se trataba de que se vieran bien, pero aunque parezca increíble la lluvia se llevó la pintura que la empresa responsable de llevar a cabo estos trabajos eligió para una ciudad en la que siempre ha llovido mucho, y últimamente más. Operarios de esa firma se afanan ahora en volver a pintar todos estos céntricos pasos por exigencia del equipo de gobierno, según explicaron ayer fuentes municipales.

Al parecer, el proceso de reparación de los pasos se ha dilatado tanto en el tiempo porque tras el primer y fracasado intento hubo que fresar otra vez el terreno, poner un aglomerado nuevo y entonces se pintó con un color estándar. No ha sido hasta estos días de julio cuando los operarios han empezado a aplicar la llamativa pintura amarilla desaparecida hace meses. En la zona de los juzgados y en la calle Vicente Goikoetxea los peatones ya pueden pisar sobre seguro.